Julián López protagoniza Matusalén
Matusalén es la última película de David Galán Galindo, mismo creador de Orígenes secretos y el cómic Pro (al que se ha entrevistado en el pasado). En esta ocasión cuenta con el protagonismo de Julián López como Alberto, más conocido como El Alber o Elpho-K, un rapero de cuarenta años que ingresa en la universidad para demostrar a su padre que puede sacarse, al menos, el primer curso de una carrera. No solo eso, el filme tiene varios avatares más, personajes con sus propias problemáticas y subtramas que sacar adelante.
Pero lo que importa, al menos para las intenciones de este artículo, es otro punto. Es una frase que se dice a lo largo del metraje. Es la siguiente “Hay gente que es mejor que no te acepte”. Una sentencia que quizá pase desapercibida para muchos pero que dentro de tan solo nueve palabras encierra mucha sabiduría, es una reflexión que deberíamos hacer más a menos y tener siempre en cuenta.
La aceptación no lo es todo
Sí, la aceptación es importante, pero no siempre hay que buscarla; excepto la aceptación propia, la de uno mismo. Esa sí, sin esa no se puede vivir. De pequeños, al menos en mi etapa escolar (quizá ahora las cosas sean diferentes), se intenta que todos seamos amigos y si bien de niños puede lograrse no así según uno va teniendo más años. La adolescencia no fue fácil para muchos y después, como adulto, uno tiene más destreza y espacio para elegir con quién tiene o no tiene relación.
Ahí Matusalén está muy acertada y de forma clara se muestra esto. No hay que buscar, necesariamente, la aceptación de todos, no estamos obligados a llevarnos bien con el gran número de personas con las que nos cruzamos, no es necesario que seamos amigos o que unos y otros formen parte de nuestra vida. Esto es aplicable al trabajo, a la familia biológica, a la familia real (que puede o no incluir a la biológica), a las redes sociales, a los compañeros de una asociación…
No todos pueden forma parte de nuestra vida
Y es que hay personas que está bien que no te acepten, esas que tampoco quieres ni deseas en tu día a día. Se pueden mantener las formas, es mucho más fácil ser amable y educado que no serlo, pero no significa que debe pretenderse que todos los sectores y círculos entiendan quiénes somos, nuestras decisiones vitales y el cómo llevamos adelante nuestra existencia.
“Hay gente que es mejor que no te acepte”. Es totalmente cierto. El amor, la amistad, el cariño y la confianza no se regalan, o están o no están. Es sencillo, es sano. Una relación, del tipo que sea, debe ser fluida, debe ser fácil, debe estar igualada, debe basarse en un respeto mutuo y, a partir de ahí, ¿quién sabe?
Disfrutad de vuestra vida, disfrutad de ser vosotros mismos.
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