La serie Bellas Artes es un monumento a la estupidez humana

Decir que Bellas Artes es una serie que es un monumento a la estupidez humana puede sonar exagerado pero no lo es, es la mejor forma de definir la nueva propuesta de Movistar Plus. Una cabecera que llega desde las mentes de Gastón y Andrés Duprat junto a Mariano Cohn que con la excusa de adentrarse en el mundo del arte lo que hace, y de forma nada disimulada, es lanzar una crítica mordaz sobre la sociedad actual tan llena de tonterías y correcciones en ocasiones absurdas.

Lo mejor, desde todo punto de vista, es el delicioso guion y las estupendas conversaciones mantenidas entre los diferentes personajes. Una forma de retratarnos a todos y ponernos ante un espejo que, como tal, solo puede mostrar con total sinceridad lo que se le pone enfrente. Puede que alguien se sienta atacado u ofendido, esto está a la orden del día, pero en este caso es más un tema propio que de la serie en sí.

Un fantástico Oscar Martínez

Hay que destacar la muy acertada decisión de casting y artística de dar el papel protagonista Oscar Martínez. Este actor argentino de larga trayectoria, al que sí o sí debes ver en la muy divertida El cuento de las comadrejas de 2019 (revisión de la película de 1976 Los muchachos de antes no usaban arsénico), se mete por completo en la piel de Antonio Dumas, un artista que empieza a ejercer como director de un museo de arte en el que debe lidiar con los problemas del día a día, las excentricidades de otros artistas, las instituciones y, por supuesto, con las corrientes sociales de la actualidad.

Si bien en ocasiones se ve superado esto es solo en apariencia o durante un breve lapso de tiempo, Antonio Dumas no parece ser solo un artista de muy largo recorrido es que más bien parece que se las sabe todas. O al menos logra soportarlo todo y salir del paso, eso sí, siempre con bastante humor y mucha ironía ante cualquier situación que se le presente. Para bien y para mal del que esté frente a él. No es que sea malo, nada de eso, pero lleva demasiado tiempo en activo para aguantar tonterías, no tiene tiempo y, más importante, tampoco ganas.

Un reparto muy completo

Del resto del reparto hay que destacar por derecho propio a Koldo Olabarri que da vida a Leo, un joven comisario de exposiciones que en ocasiones parece tener más pasión que sentido común lo que provoca más de una situación hilarante, y también a Miguel Garcés como Andrés Navarro. Este ejerce como abogado del museo y aunque no tenga demasiado tiempo en pantalla el que sí tienes es muy bien aprovechado.

Eso sin olvidar a Aixa Villagrán como Marisa, la secretaria del mentado Antonio Dumas que parece estar tan de vuelta de todo como él mismo. Paciente, trabajadora, aplicada y de apariencia seria cumple a la perfección ese viejo dicho de “Las mata callando”, con una muy buena química entre ella y el actor que interpreta a su jefe. Hay que mentar también a Dani Rovira que da vida al hijo de Dumas, cumple con lo esperado y más que seguramente sea uno de los nombres que más se verán en las promociones debido a la popularidad del propio actor.

Bellas Artes (o Malas Artes como matiza el propio título al comenzar cada capítulo) es una recomendable serie llena de sarcasmo, crítica muy poco sutil, situaciones en ocasiones absurdas y una constante ironía que lo llena todo. Una buena propuesta llena de humor que además lleva a la reflexión, por la cuenta que nos trae.

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