La novia de Muerte es el final del camino y el principio del mismo, es el último peldaño para llevar al Doctor Muerte a su lugar por derecho.

Cualquiera que sea seguidor mío en alguna red social sabe que el Doctor Muerte es mi villano predilecto del Universo Marvel, y esto es debido a que es uno de esos personajes más grandes que la vida que a todos nos encantan. No puede decirse que sea malvado sin más, más cierto es indicar que es un hombre complejo que no se arrodilla ante nadie, presa de sus propios demonios internos y capaz de enfrentarse a un dios si considera que es lo correcto.

Durante una etapa incluso intentó ser un héroe, un experimento curiosos que, en mi opinión era innecesario, ya que por defecto ya lo es, al menos para su pueblo, para esa Latveria que le quiere, teme, ama y construye leyendas a su alrededor a partes iguales. Por eso mismo el intento de redimir su figura, convirtiéndolo en el nuevo iron Man, no terminó de cuajar y por suerte con el regreso de Los Cuatro Fantásticos se le volvió a enfocar hacia su camino natural, a sus raíces, a que sea lo que debe ser.

El mejor villano del Universo Marvel.

No es un simple delincuente que busca enriquecerse, tampoco un psicótico que solo quiere teñir el mundo de rojo. Es el Doctor Muerte, con todas las cadenas que eso conlleva, y no son pocas. Algo que queda más que claro en La novia de Muerte, historia de tres números en la que se termina el viaje para recuperarlo en la posición que merece estar.

El monarca de Latveria decide tomar por esposa a Victoriosa, actualmente su allegada de más confianza, y lo hace para cumplir con lo que la tradición latveriana y su propio pueblo espera de él. Ya que si bien él es su gobernante, esto siempre ha sido para él una servidumbre, una vida de sacrificios que acepta gustoso, llegando a dejar de lado el amor para hacer lo que considera mejor.

Esta vida de sacrificio y soledad se ve claramente reflejada en el momento en que pide a Reed Richards que sea su padrino, tan pocos amigos tiene que se lo pide a su mayor enemigo. También, y es un pensamiento muy muertesco, ¿quién podría ser su padrino más que Richards? ¿Acaso Namor? No, solo había una respuesta posible.

Dan Slott tiene algo muy claro y es que su primer deber es entretener, es lograr que el que está al otro lado disfrute, que pueda paladear la historia ahora y cuando vuelva sobre las páginas. Unas páginas que cuentan con la labor gráfica de R.B. Silva, principalmente, además de Luca Maresca y Javier Rodríguez; este último ilustra con su habitual maestría la pedida de apadrinamiento, con ese talento desbordante que hizo de Historia del Universo Marvel una joya, su estilo sencillo y clásico junto con sus fascinantes diseños de página lo convierten en uno de los dibujante más increíbles del panorama actual.

La novia de Muerte es el final del camino y el principio del mismo, es el último peldaño para llevar al Doctor Muerte a su lugar por derecho. Una lectura que complementa de forma perfecta los dos tomos de Bedford Falls y Pottersville (referencia más que directa a ¡Qué bello es vivir!) que firmaron Christopher Cantwell y Salvador Larroca, conformando los cinco cómics un todo unitario que profundiza, explica, renueva y recompone al único y legítimo monarca de Latveria.

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