Jurassic World: Dominion es el cierre de una saga que empezó hace treinta años, una película dinámica y espectacular.

En la Semana de cine de Malta tuve la oportunidad de intercambiar unas breves palabras con Colin Trevorrow además de asistir al coloquio que hubo tras la proyección de Seguridad no garantizada, ¿y porqué él estaba allí en ese evento? Muy sencillo, algunas de las localizaciones de Jurassic World: Dominion están en esa preciosa isla.

Es más, uno de los momentos más interesantes de la entrega de premios, que fue realmente entretenida, fue la proyección del prólogo de la película, una película que por fin llega a los cines y cierra un largo ciclo de fantasía, aventuras y ciencia ficción que empezó en 1993. Todos los que tuvimos la suerte de ver en cines esa primera entrega recordamos el asombro y la magia de contemplar a unos dinosaurios que parecían realmente vivos, unos enormes animales que competían en protagonismo y carisma con los propios actores… o en el caso del Tiranosaurio Rex llegaba a robárselo por completo.

Cierto es que después las dos secuelas estrenadas respectivamente en 1997 y 2001 pasaron bastante más desapercibidas, no fue hasta 2015 que la franquicia resucitó realmente gracias a Jurassic World. La primera de una nueva trilogía que se basaba en lo ya mostrado pero que iba, con matices, por caminos nuevos, y ahora ha llegado el momento de que ambos viajes se junten en un solo destino, en Jurassic World: Dominion.

Y es que ese es uno de los grandes alicientes que tiene esta última aventura, el poder volver a ver a los actores clásicos y sus personajes, más que ninguno a la Ellie Sattler de Laura Dern ya que Jeff Goldblum y Sam Neill ya había tenido la oportunidad de regresar a Ian Malcom y Alan Grant en las secuelas originales. Aquí los dos equipos unen sus fuerzas por culpa del destino, sin conocerse pero teniendo en todo momento una estupenda química que hace que funcionen igual de bien que por separado.

Debe decirse y dudo que nadie piense lo contrario que este producto está por debajo de la primera película de la saga, igual que todas, pero tampoco pretende igualarla o competir con ella. Colin Trevorrow y Derek Conolly (el guion final es del director junto a Emily Carmichael) han escrito una historia que sabe dónde está, acepta su lugar de secuela y si bien pretende honrar al clásico, con más de una referencia, su principal objetivo es entretener al público durante las dos horas y media que dura.

Y realmente lo consigue, no puede decirse otra cosa. Ya desde un comienzo la acción y la aventura están presentes, el espectador entra de lleno en este mundo que es la consecuencia de lo mostrado en las anteriores entregas y no tiene casi un momento de respiro hasta el final (un final, que sin desvelar nada, puedo decir que me ha encantado).

Jurassic World: Dominion es el cierre de una saga que empezó hace treinta años, una película dinámica y espectacular en la que además nos reencontramos con los personajes clásicos que tanto amamos. Y sí, por supuesto que hay un Tiranosaurio Rex.

PD: En mi Twitter, y gracias a Universal Pictures, te puedes llevar un lote de merchandising de la película.

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