Puedo confundirme, pero que recuerde mi primer encontronazo con los los Invasores fue en la mini serie de mismo nombre que en 1994 publicó en España Cómics Forum. Un total de cuatro números que escribió Roy Thoman (por supuesto) y contó con los dibujos de Dave Hoover, que llevó la visión artística de este añejo grupo de héroes hasta lo que requería la época.
La historia era bastante simplista, presentaba a los justicieros enfrentándose a unos supuestos nazis con poderes (con unos diseños muy retro, que son una maravilla), mezclado todo con algunos guiños al pasado de la Antorcha Humana y la presencia de La Visión. En ambos caso me refiero a los personajes originales creados por Carl Burgos, el primero, y por Joe Simon y Jack Kirby, el segundo.
Y no había mucho más. Una aventura sencilla y muy entretenida que bebía del pasado, y dejó varias incógnitas en mi mente de lector ya que había mucho de lo mostrado que me era desconocido. Tiempo después, gracias a uno de mis primos, llegó a mis manos La Guerra Kree-Skrull y mi mente explotó cuando Rick Jones invocó a los héroes de los que leía en su infancia y allí estaban los mismos (más o menos) que en el cómic de Roy Thomas.
Debía intentar saber más sobre ellos. Al Capitán América lo tenía de sobra situado (siempre ha sido mi superhéroe favorito), pero no tanto al resto. El paso del tiempo hizo que me hiciera con las series dedicadas a las vidas de la Antorcha Humana y de Namor, que poco a poco se fue convirtiendo en uno de mis personajes predilectos de Marvel Comics, en mi Top Ten está en el mismo lugar en el que tengo al Doctor Muerte.
Esos tres eran los pilares de todo. Capitán América, Namor y la Antorcha Humana. Tres hombres muy diferentes entre ellos, pero con una amistad que lograría sobrevivir a las décadas, a la animación suspendida, a la amnesia… Siempre volvían a encontrarse y siempre se ayudaban, incluso en los peores momentos podían confiar los unos en los otros, justo lo que sucede en esta nueva etapa, en este Invasores: Fantasmas de guerra.
Aquí el guionista es el muy popular (y con razón) Chip Zdarsky en sustitución, es un decir, de Roy Thomas y en lugar de ir por el pasado su trama discurre en el presente, en las actuales circunstancias de Marvel Comics y lo que estos tres personajes han vivido de forma reciente. Así tenemos a una Antorcha Humana que trabaja para S.H.I.E.L.D y que está escribiendo un libro, un Capitán América que hace no tanto fue sustituido por un doble malvado, y el rey Namor quien ahora es un enemigo de América tras sesgar la vida de unos empleados de Roxxon. Tres hombres en situaciones muy distintas pero a los que de nuevo el destino unirá.
El destino, la amistad y sí, el pasado, algo que parece imposible no abordar cuando se trata de este grupo de superhéroes. Un pasado que tiene todavía muchos espacios en blanco, tantos como la amnesia que en su momento padeció el atlante, y que parece que en el mismo hay más oscuridad que luz. Poco a poco, y sin querer desvelaros nada, la caja de Pandora se irá abriendo para dejar entrever la mano de alguien más, una presencia en la sombra que…
Y ahí, es mejor parar.
Desvelar más sería hacer un flaco favor al buen trabajo del guionista y al no menos profesional arte de Carlos Magno y Butch Guice, que dotan a cada una de las épocas, el hoy y el ayer, de un aspecto propio. Una separación visual muy adecuada, que permite al lector viajar entre un momento y el otro, pudiendo sumergirse rápidamente en cada situación en tan solo un instante.
Invasores: Fantasmas de guerra no termina, no al menos en este tomo. La historia seguirá adelante y quedan mucho por narrar, pero si el siguiente volumen mantiene el nivel de lo que se ha mostrado aquí, con este equipo desbordante de talento, entonces lo conveniente es que nos agarremos con fuerza al asiento ya que las curvas más fuertes están por venir.
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