Grúmic despierta para traer el otoño al Teatro Arbolé. Créditos: docpastor.com - Amamos la Cultura Pop
Una vez más el Teatro Arbolé de Zaragoza nos conquista y encandila con su programación. Y es que siempre parecen tener muy buen tino y programar, además de idear y representar, obras capaces de hacerte viajar a otro mundo y solo te piden poner un poco de imaginación para el periplo. Puede ser que hablemos de dragones, de princesas o, como el caso, de un divertido duendecillo con algo de picardía.
Grúmic, un sueño de otoño, con un duende divertido
Grúmic es el protagonista de Grúmic, un sueño de otoño de la compañía La Fornal d’Espectacles, en la que el travieso duende traba amistad con un niña algo pilla, como bien dejan claro en la obra, quien lo conoce mientras va del camino al colegio. Él está sentado encima de un muro y empiezan a charlar de todo y de nada, algo que se mantiene así a lo largo de la representación con un diálogo en apariencia sencillo pero cargado de simbolismos y mensajes.
Así en su plática se tratan temas como el valor de la educación y la formación pero también de la imaginación, y no digamos ya del hecho de ser uno mismo. De elegir quiénes queremos ser por encima de quiénes somos, una tarea que no sencilla (nunca lo es) pero sí muy necesaria. Esto se hace con un lenguaje sencillo, siempre con el humor y el entretenimiento como punta de lanza; existen varios mensajes, sí, pero lo importante es que el público asistente se divierta.
Entre dos mundos en el Teatro Arbolé
Esta Grúmic, un sueño de otoño, sigue los pasos de otras ficciones en las que niños y niñas se encuentran con seres imposibles, donde se traba una amistad fantástica y hay un aprendizaje claro y palpable. De forma inevitable viene a la mente El jardín mágico de Stanley (o A Troll in Central Park), película estrenada en 1994 con la dirección de Don Bluth y Gary Goldman, además de otras como La Navidad Olvidada (secuela de la muy recomendable Un intercambio por Navidad).

Esto además conlleva que, de forma inevitable, llegará el momento en el que visitar el mundo mágico en el que tales seres viven. Y así es en el caso de la obra de La Fornal d’Espectacles cuando el muro sobre el que Grúmic se sienta se abre de par en par para dejar ver su casa, la misma tiene los colores del otoño y el momento de su desvelo recuerda un poco al instante en que en Un mundo de fantasía Willy Wonka enseña su prodigiosa fábrica a unos muy sorprendidos niños.
Ideal para pequeños y adultos
Igual de sorprendidos estaban los pequeños asistentes al Teatro Arbolé, quienes prestaron atención a la obra, disfrutaron con ella, participaron y tuvieron un comportamiento ejemplar (con los habituales comentarios y ruidos que suele haber en una representación enfocada a este público). En otro artículo, quizá, hablaremos de sus padres y es que, como sucede en muchas ocasiones, los que no saben comportarse resultan ser los adultos con cuchicheos (o no tan susurrados), teléfonos que se consultan una y otra vez, suenan en medio de la función o se ponen a abrir bolsas de patatas fritas y similares.
Grúmic, un sueño de otoño es una obra preciosa que encandila, si bien puede que tarde un poco en avanzar en el momento en que se llega a la casa de tan fascinante duende ya no hay escapatoria. Con momentos divertidos y tiernos, algunos que emocionan al punto de asomar alguna lágrima, también un par de canciones y todo pensado e ideado para dar un toque mágico al otoño. Y es que no toda la magia y la fantasía tiene que suceder en Navidad, ¿no?
Síguenos en Instagram, Tik Tok o súmate a nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas ningún contenido. ¡Disfruta de la Cultura Pop!

Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012



