La obra de teatro Los vecinos de arriba realizada por Ocho ratones ciegos en el Teatro Arbolé durante el Festival Mutea

La obra de teatro Los vecinos de arriba realizada por Ocho ratones ciegos en el Teatro Arbolé durante el Festival Mutea

Los vecinos de arriba es una comedia divertida llena de dobles sentidos, buenas y malas intenciones, parejas y mucha pasión.

En el año 2020 se estrenaba en cines la película Sentimental escrita y dirigida por Cesc Gay y hace unos meses mi pareja y yo la vimos. En gran parte por mi admiración hacia Javier Cámara, para mí el mejor actor de este país, y por el otro por Alberto San Juan, que también me encanta. La propuesta es, en teoría, una comedia sobre relaciones de pareja, maltendidos y situaciones de enredo pero que por algún motivo no termina de despegar.

Las actuaciones eran buenas y la idea también pero le faltaba algo y ese algo lo descubrí hace poco: le faltaba ser en teatro. La segunda representación del festival Mutea fue a cargo de Ocho ratones ciegos y escogieron para la misma Los vecinos de arriba, título que no conocía y que no fue hasta estar en la sala y ver los primeros minutos de la representación que entendí que era el mismo producto que Sentimental. O al revés, ya que por lo que he investigado en origen fue una obra teatral y posteriormente una película.

Los vecinos de arriba por Ocho ratones ciegos
Los vecinos de arriba por Ocho ratones ciegos

Del teatro al cine y de nuevo al teatro

Mucho mejor verla en vivo en su versión teatral que como suele suceder con los agrupaciones de aficionados contó con un montaje sencillo pero efectivo, a fin de cuentas para representar una casa cualquiera se puede hacer con un sofá, una mesa y unas sillas. El resto lo completa la imaginación del espectador y el talento de los actores, y estos lo tenían además de una buena química entre ellos que es esencial para sacar adelante esta obra.

Los cuatro miembros de Ocho ratones ciegos (que intuyo quizá son solo la mitad de la agrupación) cumplieron bien con sus papeles y sacaron adelante la representación de forma más que adecuada, todos ellos conocían bien a sus personajes y cómo darles vida. Personalmente he de decir que el que más me conquistó fue el actor que encarnaba al profesor, al que debo decir que le veía un peldaño por encima de los demás (de hecho tenía el único parlamento en solitario de toda la obra); con todo que nadie se confunda y crea que el resto no supieron estar a la altura, lo estuvieron.

La pareja de la casa conformada por un profesor y una dependienta destilaban desde el comienzo tirantez y malos rollos, asuntos inacabados y rencores que se habían arranciado por el tiempo. La segunda, una psicóloga y un bombero, eran todo lo opuesto a ellos, personas alegras que había conectado entre ellas y eso quedaba claro desde un primer momento. Mientras los primeros, y más el profesor, destilaban sarcasmo y dobles sentidos los segundos tan solo querían pasar un buen rato en más de un sentido. Aquí he de alabar el buen timing cómico del actor que daba vida al bombero, siempre a punto para lograr la carcajada el público.

Los vecinos de arriba por Ocho ratones ciegos
Los vecinos de arriba por Ocho ratones ciegos

Una comedia llena de humor

Es más, personalmente considero que una obra teatral cómica triunfa gracias a dos cosas. La primera son los pequeños detalles y la segunda las risas. En el primer apartado he de decir que dentro de lo parco de su puesta en escena en un momento dado entre la utilería apareció una taza de Forges, muy adecuada dado el tipo de humor y la gran cantidad de viñetas sobre parejas que dibujó en vida. Por el segundo hay que decir que la risa está presente en el guion pero el éxito viene si esta se logra en el público y se logró prácticamente desde el primer minuto, y en el teatro la risa y el buen humor son algo contagioso.

Sentimental está bien pero Los vecinos de arriba es estupenda.

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