Portada del cómic DesHechos Históricos 3, de Don Julio
Leer Deshechos históricos es siempre un acierto, por un lado te ríes (a carcajadas en ocasiones), por otro aprendes historia y al terminar te ves con ganas de más y más.

Por lo general no somos conscientes de algo muy importante sobre nuestra propia vida y es que vista desde fuera suele estar a medio camino entre la comedia y un culebrón. Es imposible que de forma habitual nos demos cuenta de esto ya que estamos en el ojo del huracán pero si te paras a pensarlo verás que es cierto, tu vida, la de tu pareja, la de tu amigo, la de todos…

¿Y qué es la historia más que un conjunto de vidas que se cruzan y comparten momentos? Pero si una sola vida ya es terrible es todavía peor si juntamos varias, y no digamos si indagamos un poco a lo largo del tiempo. La sucesión de momentos históricos que son a la vez míticos, tristes, olvidables y magníficos es inabarcable, da igual qué momento o lugar escojas, seguro que alguien la armó o tomó una decisión cuestionable.

Sí, claro que muchas lo son desde el punto de vista actual pero es que otras tantas ideas ya eran terribles cuando se tuvieron en cuenta. Es decir, es muy sencillo ver el mal y el caos del pasado desde nuestro 2023 pero es que en otros tantos momentos ese mal y ese caos estaban presente incluso entonces. Y otras veces sencillamente es que la situación llegó a ser tan absurda y pasada de rosca que casi parece una invención, algo digno de un cómic.

Algo que en su momento el autor conocido como Don Julio supo ver y convirtió en una de las páginas más divertidas, e imprescindibles de El Jueves, en Deshechos históricos. Una colección de situaciones tristes y terribles que la humanidad ha vivido y sufrido a lo largo de los siglos, que ahora llega a su tercer volumen a través de Fandogamia y una vez más logra hacer que te rías a carcajadas, es imposible no hacerlo.

Desde lo específico como la vida de los niños deshollinadores ingleses a lo complejo de comer en las trincheras de una guerra pasando por momentos de relevancia histórica como la Revolución Industrial o la Primera Cruzada hasta llegar a hechos totalmente desquiciantes como la guerra entre Australia y una creciente población de emúes. Pero no todo es horrible y digno de hacer sorna de ello, la última narración de este tercer tomo habla de Charles L. Brown y Franz Stigler, una historia de humanidad y compañerismo en tiempos de guerra que nos hace recordar que incluso en los peores momentos todos podemos ser mejores.

Leer Deshechos históricos es siempre un acierto, por un lado te ríes (a carcajadas en ocasiones), por otro aprendes historia y al terminar te ves con ganas de más y más.

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