
Portada de Eso no estaba en mi libro de cine de terror. Créditos: Almuzara.
Con un título tan sugerente como Eso no estaba en mi libro de cine de terror, mi más reciente lectura ha sido este ensayo del crítico Antonio Míguez Santa Cruz. Se trata de una obra bastante destacable donde el autor desvela multitud de curiosidades sobre dos conceptos tan intrínsecamente ligados desde sus orígenes como son el cine y el terror (recordemos los primeros espectadores del cinematógrafo de los hermanos Lumiere, pensando que ese tren que veían en pantalla los iba a arrollar.
¿Ejemplos de curiosidades? que Conrad Veidt en la película de 1928 El hombre que ríe fue quien inspiró a Bob Kane, Bill Finger y Jerry Robinson para crear al Joker de Batman, que Ed Wood, calificado como el peor director de la historia e inmortalizado por Tim Burton en su film de 1994, se travestía y su cine inspiró la popular saga de zombis Resident Evil, etc.
¿Entre lo más curioso? que Stanley Kubrick estuvo a punto de dirigir El exorcista, hecho este que admito que desconocía. Como cité en mi reciente reseña de Las casas de los impíos, en los 70 y 80 hubo un auge de todo lo demoniaco, lo que en las pantallas de cine tuvo su cenit con El exorcista, título básico aún medio siglo después. El autor se permite exponer una curiosa y extravagante teoría conforme El exorcista 2 y Apocalipsis Now comparten un esquema de guion similar.
Los zombis de George A.Romero sirven para realizar un análisis sobre la segregación racial (en el caso del film inaugural de 1968) o el capitalismo (en el caso de su primera secuela de 1978, titulada con un genérico Zombi por el original Dawn of the dead). También hay hueco en estas páginas para el subgénero de animales peligrosos que se desató tras el Tiburón de Steven Spielberg, donde la imaginación dio para gran variedad de bestias acechantes.

Eso no estaba en mi libro de cine de terror, un ensayo sorprendente
El capítulo titulado De mascaras y cuchillos está dedicado al slasher caracterizado por ambos elementos, nacido en los setenta y más popular en los ochenta, donde lo mismo entran el Jason Voorhees de la saga Viernes 13 (portada de este libro, aunque la máscara que lo caracteriza no empezó a usarla hasta su tercera entrega) que el Michael Myers de Halloween.
En referencia a este último se cita que la máscara en origen era del Capitán Kirk de Star Trek, retocada y pintada de blanco para darle el aspecto que se ve en pantalla, a la vez que se hace una especial mención a su director, John Carpenter. Otra variante citada es el «found footage», si bien dentro de esta variante el mayor (y casi único) éxito fue La maldición de la bruja de Blair en 1999, beneficiada por una ingeniosa campaña de marketing.
También hay mención para el clásico Alien y la multitud de sucedáneos que salieron a rebufo de su éxito, así como algunos subproductos de videoclub provenientes de Italia como Alien 2: Sobre la tierra o Terminator 2 (Shocking Dark), ambos previos a las que sí fueron secuelas oficiales.
No podía quedar fuera el cine japonés, donde se analiza toda la época de esplendor que vivió con sus fantasmas de pelo largo, así como un repaso al auge de los vampiros (citando la emblemática Drácula de Bram Stoker dirigida por Francis Ford Coppola) y los hombres lobo (con ejemplos específicos como Un hombre lobo americano en Londres, cuya transformación a cargo de Rick Baker sigue siendo un clásico del género).
En resumidas cuentas la presente obra es un amplio y somero repaso por las diferentes etapas por las que ha pasado este género cinematográfico desde sus mismos orígenes, donde no solo tienen cabida los títulos más emblemáticos, sino muchos otros más desconocidos para el gran público, todo ello ilustrado con fotogramas de algunos de los films mencionados. Una obra amplia y rigurosa, muy recomendable para cinéfilos y cuya lectura se hace además tan provechosa como entretenida.
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Crítico especializado en cine y cómic, aunque no tiene problema en lanzarse a leer libros y opinar sobre ellos, siempre de forma constructiva y con educación. Bien conocido en el mundo de la divulgación por su alias, El Chacal, y su blog El Blog del Chacal donde comparte sus reseñas y conocimientos. ISNI 0000 0005 2401 3399