Un filme divertido y entretenido, con una música deliciosa, que no deja un momento de descanso al espectador.

Hace ya tiempo que Walt Disney parece ir dando palos de ciego en lo que a sus películas de animación se refiere, y realmente es que desde el estreno de Enredados y Frozen no ha llegado nada a las salas que tenga ese sabor, esa capacidad de maravillar. O dicho de forma más sencilla, nada que vaya a ser recordado.

Sí, ha habido películas entretenidas como Rompe Ralph, segundas partes como Frozen II, y diversas adaptaciones a acción real que, en general, no dejaban de ser una copia del clásico animado, solo que en peor. ¿Dónde estaba ese espíritu Disney que durante generaciones nos ha hecho soñar?

No es esta la primera vez que sucede, en otros momentos de su historia la productora ya he tenido lo que se puede llamar años oscuros. Lo bueno es que siempre logra salir, al menos así ha sido hasta ahora, llega una película en la que Disney se reencuentra consigo misma y consigue hacernos soñar de nuevo, maravillarnos de nuevo y llevar color y alegría a un mundo gris.

Encanto es esa película.

Un filme divertido y entretenido, con una música deliciosa, que no deja un momento de descanso al espectador. Casi dos horas en las que no sobra ni un solo minuto, y en las que nada más empezar ya caemos rendidos a los pies de su protagonista, Mirabel, y su extraordinaria familia, la familia Madrigal.

Todos ellos poseedores de un gran don, un milagro, que les otorga poderes más allá de lo humano. Excepto a Mirabel, que es la única persona ordinaria entre un montón de personas extraordinarias. Pero, como uno se espera de un filme de Walt Disney, todo lo que está en su contra, sus flaquezas y debilidades, tan solo hacen de ella alguien más fuerte. Al menos si se concede el tiempo para aceptarse a sí misma, para crecer y madurar.

Ese es el punto más importante de Encanto, ese es el mensaje que de forma clara se da. Todos tenemos nuestras cruces encima, todos cargamos con más de lo que a veces pensamos posible, en ocasiones para satisfacer a los ojos que nos miran y otras tantas ocasiones para cumplir con lo que consideramos que debemos hacer. Al final, en resumidas cuentas, cargamos con el peso del mundo y dejamos de ser nosotros mismos.

Y la búsqueda para ser nosotros mismos, la fidelidad a uno mismo, es una lucha diaria. Una batalla que jamas hay que abandonar, que no siempre es sencilla y que, en un gran número de veces, requiere dejar atrás expectativas irreales e incluso romper la imagen que otros tienen de nosotros. ¿Pero qué es más importante que ser uno mismo antes nuestros propios ojos? A fin de cuentas somos la persona con la que vamos a pasar toda la vida.

Encanto logra, y perdón por el chiste fácil, encantar. Lo hace con sus personajes, con su protagonista, con sus diseños y su visual, con sus colores y bailes, con su preciosa y viva música, lo hace siendo la película Disney que llevábamos años esperando.

2 comentarios en «Encanto, un retorno al mejor Disney»

    1. Claro que la vi, de hecho en mi libro “¡Hasta el infinito y más allá! Pixar a través de sus películas” hablo de ella, y también en esta crítica https://docpastor.com/pixarcoco/ Pero es de Pixar y no de Disney. Pixar Animation Studios pertenece al conglomerado que es The Walt Disney Company, pero no es Walt Disney Animation Studios, igual que no lo es Marvel Studios o Lucasfilm Ltd aunque todas ellas son propiedad de The Walt Disney Company. Y sí, Coco es maravillosa, de lo mejor que han hecho en Pixar.

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