Portada de El niño Jesús no odia a los mariquitas. Créditos: Fandogamia

Portada de El niño Jesús no odia a los mariquitas. Créditos: Fandogamia

Las polémicas son como las flores: las hay de todo tipo y color. Hoy hablamos de El niño Jesús no odia a los mariquitas.

Justo con la polémica de las Campanadas de este año en La 1 quisiera recordar otra cosa que indignó mucho a Abogados Cristianos, el cómic El niño Jesús no odia a los mariquitas,  hasta el punto de denunciar a su autor (Don Julio, seudónimo bajo el que está Julio A. Serrano, entre otras cosas dibujante en la revista satírica El Jueves, siendo en su número de diciembre donde él mismo cuenta esa polémica).

El niño Jesús no odia a los mariquitas en 24 páginas

Este cómic titulado El niño Jesús no odia a los mariquitas se trata de una  grapa de apenas 24 páginas, que he tenido la suerte de poder leer de la biblioteca hace poco tiempo, que está estructurado como si fuera un libro de actividades para pintar y colorear para los más pequeños, de esos que se pueden comprar en los bazares. Lógicamente este no, aunque si hay alguno que no haya pillado la ironía, en su contraportada ya indica que es para público adulto.

Pero la gracia de El niño Jesús no odia a los mariquitas está en mostrar de una manera básica, pero eficaz,  como el colectivo homosexual ha estado reprimido por las religiones (se cita más la cristiana por cercanía, con ejemplos como la Inquisición, pero no es la única que se menciona). Pone el autor varios ejemplos de que la homosexualidad ha sido, y es, algo usual tanto en la naturaleza como en la propia historia de la humanidad. También se cita la intransigencia de muchos sectores que se piensan que todo lo gay debe de ser algo así como una enfermedad infecciosa que hay que erradicar, siendo del todo absurdo.

Página interior de El niño Jesús no odia a los mariquitas. Créditos: Fandogamia
Página interior de El niño Jesús no odia a los mariquitas. Créditos: Fandogamia

Un cómic sencillo

No voy a mentir, El niño Jesús no odia a los mariquitas  es un cómic sencillo que se lee en pocos minutos. Pero admiro la valentía de su responsable, ya que de una forma tremendamente inocente y básica (acorde al público potencial para el que se supone que va dirigido) da una tremenda bofetada paródica contra todos esos fanáticos religiosos que han hecho, y hacen, oídos sordos ante los casos de pederastia en la Iglesia católica, pero luego se ponen como locos por tonterías como la derivada de las Campanadas de este año en La 1, con Lalachus y Broncano, donde la primera sacó una imagen de la Vaquilla de Grand Prix como si fuera el Sagrado Corazón.

Únete a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Súmate pinchando aquí!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *