Primera página del cómic Doctor Extraño: Maestro de la magia negra
Historia pura, eso es la Biblioteca Marvel. Una historia que conocemos, que disfrutamos y que devoramos una y otra vez.

El universo conformado por Marvel Comics tiene momentos míticos e inolvidables, por ejemplo las Secret Wars que sin duda es mi colección favorita de todas, pero de forma personal considero que los mejores de todos son los primeros. No me refiero a los tebeos lanzados por la editorial en sus comienzos cuando todavía tenía otro (otros) nombre (nombres), me refiero a los primeros ideados por Stan Lee, Steve Ditko y Jack Kirby. Una mezcla fabulosa que cambió para siempre la industria, es imposible decirlo de otra forma.

Es entonces cuando se forjan los mitos y leyendas en los que tantas décadas después nos seguimos adentrando, surgen los villanos y los secuaces, empieza a aflorar la aventura y las bases que sostienen la interminable batalla del bien y del mal. Es por eso que leer la nueva Biblioteca Marvel es obligatorio para todos los que desconocen esa etapa primigenia y es todavía más obligatorio con personajes como el Doctor Extraño que ya desde un comienzo se aleja del resto de sus compañeros.

No es en realidad un superhéroe aunque siempre lo consideremos como tal, es un estudioso de las artes místicas (en aquel tiempo todavía referido siempre como “Magia negra”) que lucha por el bien del mundo, para evitar que terribles y desconocidas amenazas se adentren entre nosotros. Esta diferencia de intenciones es patente ya en su primera historia en la que no hay una narración sobre su origen, algo que es totalmente contrario a lo visto con Spiderman, los Cuatro Fantásticos o los Vengadores y solo es la punta del iceberg.

Según avanzan sus aventuras, que comienzan como complementarias en Strange Tales (la principal corría a cargo de la Antorcha Humana), el interés por el personaje va creciendo y lo hace en círculos en los que Stan Lee jamás había pensado: adultos. El público universitario se lanza a por este título, indaga en los posibles orígenes de los hechizos que lanza el protagonista (totalmente inventados por el guionista) y posibilita que estas viñetas sean más oscuras y atrevidas que las del resto de justicieros de la editorial.

Esto es algo que queda patente en las ilustraciones de Steve Ditko, autor que ya venía con experiencia en tramas repletas de monstruos, de sombras y terror, algo que usa con habilidad y sapiencia con el Doctor Extraño. Primero con ciertas dudas y un trazo algo incierto que poco a poco va perfeccionando y liberando hasta llegar a esa maravilla del noveno arte que es el primer enfrentamiento entre el hechicero y Dormammu, aquí Ditko está por completo libre de ataduras y de miedos, entrega uno de sus mejores trabajos con unas atrevidas viñetas que estaban por delante de lo que hacían otros compañeros.

Historia pura, eso es la Biblioteca Marvel. Una historia que conocemos, que disfrutamos y que devoramos una y otra vez.

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