De nuevo nos encontramos ante una recopilación de historias cortas, pero en este caso de una forma mucho más original que la habitual, con una continuidad que no suele aparecer en este estilo. Alan Moore –que, pese a tener su nombre escrito muy grande en portada, no escribe la totalidad del tomo, sino sólo las pequeñas partes introductorias- nos traslada a un misterioso cine al que van los dormidos a soñar historias extrañas y retorcidas. Pese a que Moore escribe pocas páginas, el volumen cuenta con otros guionistas de la talle de Garth Ennis (Predicador), Kieron Gillen (Jóvenes Vengadores), Max Brooks (Guerra Mundial Z) o Christos Gage (Spiderman Superior).

En la sala del Cinema Purgatorio, Moore escribe historias cortitas, de apenas cuatro páginas, que nos dejan en un estado de agitación mental perfecto para pasar a las cuatro historias principales, las de los otros autores. El resultado es algo irregular a veces, pero de una innegable calidad literaria.

La historia de Garth Ennis, “Código Pru”, gira en torno a una paramédica que empieza su nuevo trabajo en una ambulancia de Nueva York y desde allí irá conociendo a toda suerte de criaturas espeluznantes, desde vampiros hasta el mismísimo monstruo de Frankenstein. Ésta es quizás la historia más interesante de las cuatro, con personajes muy bien construidos, con una mirada tierna y humana a personajes en situaciones dantescas que rozan lo gore, como sólo Ennis sabe hacerlo. El dibujo de Raúlo Cáceres es, a todos los efectos, impresionante.

En cuanto a la historia de Kieron Gillen, es sin duda la más original y sorprendente. ¿Qué pasa si mezclas Pokemon y Mad Max? Pues que te sale esta historia, “Modis”. Personas que se dedican a cazar y adiestrar a una especie de demonios-animal con poderes variopintos, para usarlos en combates contra otros y coleccionar tantos como puedan. Pero todo esto en un futuro post-apocalíptico que mezcla el Mad Max clásico con la mejor Tank Girl, en un árido desierto nuclear, en un ambiente mucho más adulto y violento que el –para qué negarlo- pueril y aborrecible Pokemon.

Max Brooks nos trae “Una Unión más perfecta”. Una historia que, siendo de Brooks, sólo podía tratar sobre zombis, como todo lo que ha escrito en su vida este genio. En este caso, los soldados de la Unión tienen que dejar de lado la Guerra de Secesión americana para hacer frente a las hordas de muertos vivientes que asolan el país, en un ejercicio de ficción histórica espeluznante. Lo único que le falla es una lentitud excesiva en la narración que, si bien es interesante en lo que tarda en mostrar a los zombis para aumentar el sentido del suspense, quizás abusa de este recurso, ya que no nos está contando nada interesante que nos enganche mientras esperamos a que pase lo esencial. El dibujo tampoco ayuda, con una imposibilidad física de distinguir entre ellos a los personajes, todos exactamente iguales.

Christos Gage nos trae la que es sin duda la historia más floja de las cuatro, “Colosal”, en que las fuerzas aéreas americanas se enfrentan a una horda de monstruos gigantes que aplastan ciudades en la más pura tradición del cine clásico japonés. La ausencia de personajes carismáticos con los que podamos identificarnos es lo que resta fuerza a esta historia, si bien es compensado por el dibujo de Gabriel Andrade, tan espectacular como siempre y con escenas de acción innegablemente épicas.

De las breves historias de Alan Moore, destaca ésa en que los personajes de una película de romanos enloquecen al darse cuenta de que están en una película y no son personas reales. No sólo rompe la cuarta pared con un estilo y gracia increíbles, con la maestría habitual de Moore, sino que además arroja una curiosa y crítica mirada a la vida moderna desde los ojos de un romano antiguo.

Lo que distingue a esta obra de cualquier recopilación habitual de historias cortas es su voluntad de continuación, donde cada una de las cuatro historias troncales se va narrando en breves capítulos alternados entre sí. De modo que no se nos presentan cuatro narraciones cortas y autoconclusivas, sino cuatro nuevas series con pretensión de continuar, de las que al menos dos de ellas son tremendamente buenas. Un proyecto fresco y original, quizás no a la altura del mejor Moore, pero altamente recomendable y que cabe esperar que siga adelante durante una buena temporada.

Artículo de Josë Sènder.

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