El veterano dibujante Alfonso López, fotografía proporcionada por él mismo

El veterano dibujante Alfonso López, fotografía proporcionada por él mismo

Charlamos con el dibujante Alfonso López sobre su obra y el cómic en España.

Alfonso López es un veterano ilustrador y creador español con una carrera muy amplia a sus espaldas. En este medio se han publicado anteriormente críticas de sus trabajos Una tarde con Himmler y El solar, ahora ahondamos en todo ello charlando directamente con él.

Debido a lo extenso de la entrevista se ha dividido en dos partes. Esta es la segunda.

En dos de tus obras, El solar y Una tarde con Himmler, reconstruyes a los personajes clásicos de Bruguera, ¿qué significan para ti?

Bueno, esos y no olvidemos Estraperlo y tranvía (la Familia Ulises) que, de hecho, inicia la trilogía de homenajes a algunos de los personajes más populares de los tebeos de humor de posguerra. Esos personajes (y por supuesto sus autores) sencillamente me hicieron feliz en un momento de mi vida y tuvieron mucho que ver con que yo me dedicara a esto. Supongo que me resisto a que desaparezcan definitivamente

Muchos parecen haberse olvidado de estos personajes, ¿cómo es posible recuperarlos hoy en día?

Cuando yo me planteo recuperarlos no lo hago como un ejercicio de mimetismo. Considero fundamental respetar su personalidad y su entorno histórico y a partir de aquí crear nuevas situaciones que en aquel momento sus autores, por motivos de censura y limitaciones de espacio no hubieran podido acometer, se trata de ampliar sus posibilidades. La cultura francobelga lo ha entendido muy bien, mimando y potenciando a sus personajes. Recordemos las aventuras del pequeño Spirou, la hermosa precuela en cuatro capítulos que esta realizando Émile Bravo con el popular botones en la Bélgica ocupada de la Segunda Guerra mundial, la nueva versión de Lucky Luke, etc. Ellos no dejan morir a sus clásicos, los renuevan, los revitalizan y eso es lo que llevo intentado con los nuestros desde ya hace unos años.

Otra visión de Bruguera es la que se hizo en El invierno del dibujante, ¿es un buen homenaje a todos esos creadores?

Por supuesto que sí. Además fue una experiencia interesante de unos autores que intentaron salirse de las reglas establecidas y que es bueno que el público conozca

En ocasiones se oye hablar de esos años pasados como un momento muy bueno para la industria del cómic en nuestro país. En tu perspectiva, ¿lo consideras así o quizá es que se embellece el pasado?

No se embellece el pasado en absoluto. Especialmente si se sitúa correctamente en su contexto. Esos años, en concreto desde mediados de los años 40 hasta mediados los 60 es la auténtica edad de oro de la historieta española, entiéndase, tanto de autoría propia como de producción editorial. Las primeras historias de la Familia Ulises, de Carpanta, de Doña Urraca o de las Hermanas Gilda pueden  colgarse al lado de películas como Plácido o novelas como La Colmena, como uno de los mejores retratos de la España de la eterna posguerra. Luego, como ya he dicho, vendría la decadencia.

Estas dos obras tienen un gran contenido histórico, ¿cómo ha sido la labor de documentación?

La labor de documentación se corresponde con los objetivos que se pretenden. Si por un lado existe la indisimulada intención de alargar la vida de aquellos personajes, por otro no es menos importante el deseo de recuperar una parte de aquella memoria histórica del tiempo que les tocó vivir. Y para ello la documentación resulta indispensable porque, ademas, sugiere elementos que muchas veces no estaban previstos en el proyecto inicial. No olvidemos que se trata de comedias históricas.

Mucha gente no creerá que Himmler estuvo en Montserrat buscando el Santo Grial, ¿la realidad siempre supera a la ficción?

Depende, debo reconocer que a lo largo de mi vida he tenido momentos que parecían sacados de un relato de ficción.

En ocasiones parece que las obras históricas y de carga social deben ser pesadas y densas, pero tú demuestras que no es así. ¿Quizá es que, parafraseando a Mary Poppins, todo entra mejor con un poco de azúcar?

Bueno, es lo que decía hace poco, Me gusta tocar varios palos de la historieta y posiblemente el humor es en el que me encuentro más a mí mismo. En cualquier caso considero que cualquier mensaje es estéril si no es entretenido, ha de dar un golpecito en el cerebro. Creo que el autor debe pasárselo bien con su trabajo y luego los lectores, los receptores en general, también. Si no, es que alguna cosa falla.

¿Veremos otra obra en que recuperes a estos personajes?

Pues no lo sé, sinceramente, depende de que se me ocurra alguna idea que yo considere válida.

Ahora mismo estás preparando una obra basada en tu propia vida, ¿qué puedes adelantarnos de ello?

Pues solamente que son unas memorias parciales, es decir, que no corresponden a toda una vida ni personal ni profesional, sino a las experiencias de aquellos años que estuve trabajando con algunas ONG’s en Sudamérica en unos entornos que nada tienen que ver con nuestra vida europea. Será una obra  de creación mixta, realizada con textos, ilustraciones, viñetas de humor, historietas cortas y apuntes del natural. Superficialmente podría asemejarse a un álbum de viajes. Pero nada más lejos del turismo…Quizás le interese a alguien, vaya usted a saber…

Gracias por todo, y al menos un interesado ya tienes.

Fin de la segunda y última parte de la entrevista. Puedes leer aquí la primera.

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Portada de El solar de Alfonso López, editado por La Cúpula
Portada de El solar de Alfonso López, editado por La Cúpula

2 comentarios en «“El autor debe pasárselo bien con su trabajo” – Alfonso López, dibujante»

  1. Muchas Gracias por poner la segunda parte de esta interesante entrevista.
    Tiene mucha razón el entrevistado, el autor debe contagiar entusiasmo al lector.
    Yo he visto cosas hechas con muchas menos ganas de la que tenía yo de leerlas.
    Reivindicar también el tebeo de aventuras de Gago ( el aguilucho, el guerrero del antifaz y otros) , Víctor Mora ( Capitán Trueno, Jabato, Corsario de hierro, Dani Futuro), y de otros autores.
    Sanchis ( Pumby, Robin Robot) con su Mazinger Z rojo ,nos enseñaba de forma genial como hacer un trabajo alimenticio entretenido y vivaz.
    El tebeo español debería aprender también de Alfonso López, ahora que todavía está entre nosotros.
    Que no pase lo mismo que con Coll , el del TBO, luego sería muy tarde.

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