Puede sonar a fantasía y a ficción pero durante la Segunda Guerra Mundial el mismísimo Heinrich Himmler estuvo en Cataluña, en concreto en Montserrat, buscando el santo cáliz de Cristo. Algo que no parece que encontrase pero que bien da para una historia como Una tarde Himmler, publicada por La Cúpula y firmada íntegramente por Alfonso López, veterano autor con décadas de trabajo a sus espaldas.
Y como suele decirse, la experiencia es un grado. Algo que queda claramente demostrado en las páginas de este tomo que es divertido de principio a fin, ingenioso en su manera de mezclar la realidad y la ficción, arriesgado en su unión de los hermanos Marx con personajes clásicos de Bruguera y los nazis, y preciosista en sus láminas con un estilo fantásticamente cartoon que le sienta muy bien. Lo dicho, la experiencia es un grado, nadie puede decir otra cosa.
Un elenco absurdo y magnífico
Alfonso López crea en Una tarde con Himmler un relato que es a partes costumbrista y a partes totalmente disparatado como una película de los Hermanos Marx, que precisamente hacen aparición si bien con otro nombre son ellos de forma clara tanto en aspecto, personalidad como manera de comportarse (según lo eran en sus películas). A su lado están, ni más ni menos, que las Hermanas Gilda, cuya importancia es capital al punto de ser las elegidas para protagonizar la portada.
No solo esto, el homenaje a Bruguera es constante y uno de los motores de la obra, se nota el amor y el respeto del autor por ellos y por sus creadores. Desde Don Pantuflo Zapatilla a La familia Ulises pasando por Doña Urraca o el Repórter Tribulete (que todos Sabemos que en todas partes se mete), entre otros que harán las delicias de todos los amantes de esta época sin igual del tebeo español (y aquí me veo obligado a recomendar la lectura de El invierno del dibujante de Paco Roca).
Apéndices finales
La historia debería conocerse, aunque solo sea para no volver a repetirla, pero no siempre es así y quizá más de un lector pueda verse un poco perdido ante los diferentes nombres y hechos reales que se dan cita en este tomo. Por ello Alfonso López ha tenido a bien incluir dos apartados finales explicando quién es quién, el cuándo y el cómo de Winston Churchill, Ian Fleming, Juan March y Ramón Serrano Suñer, entre otros. Este último, además, tiene dedicado por completo el epílogo.
De esta forma Una tarde con Himmler se convierte en una obra muy completa que gustará a los amantes de la historia, del humor, de la ficción histórica, de los personajes de Bruguera, de los Hermanos Marx… Y, más importante, de todo el que quiera pasar un buen rato con una lectura que si bien es ligera lo es igual que es divertida, atrevida e ingeniosa.
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