Paco Roca en su estudio. Fotografía de Biel Aliño
Paco Roca es uno de los autores españoles más conocidos y galardonados, su obra ha sido aplaudida dentro y fuera de nuestras fronteras con títulos estupendos como Arrugas, El invierno del dibujante o, de forma reciente, El abismo del olvido. Su último trabajo, realizado junto al periodista Rodrigo Terrasa, publicado con Astiberri del que hablamos a continuación.
Vamos directos al melón, ¿fue muy duro trabajar en esta obra?
Creo que es el cómic más duro y que más me ha costado hacer. Ya solo entrevistarnos Rodrigo y yo con los familiares y oír sus historia era emotivo. Para contar una historia necesitas comprender a los personajes, sentir lo que ellos sienten, no puedes emocionar al lector si antes no lo haces tú. Y eso te lleva a vivir de una forma intensa esos testimonios durante dos años, que es lo que me ha llevado este cómic.
Esta historia es emotiva y muy potente, con algunos momentos realmente duros, a la hora de trabajar este cómic, ¿qué fue lo más complejo?
La idea era juntar en una misma historia ficción y reportaje periodístico. En la parte de ficción hay además diferentes líneas temporales, muchos personajes… Y en la de reportaje había que contar muchas cosas de contexto, de historia, explicar leyes… El reto era que todo eso casase, que la parte de ficción no se estancase con la parte más periodística y que esta no perdiese verosimilitud con la ficción.
¿Vivimos en un país que tiene miedo de su pasado?
Muchos políticos y grupos de poder convivieron con ella con total normalidad, eso les ha hecho que, en democracia, se sientan incómodos con su pasado. No tienen un discurso claro y coherente sobre lo que fue la dictadura, por eso prefieren no mirar el pasado e intentan impedir que los demás lo miren. Eso nos ha llevado a situaciones insólitas como el que a día de hoy, con eso de no remover el pasado, haya miles de fosas de la represión franquista y de la guerra civil aún sin exhumar.
Según cuenta tu guionista al principio los descendientes de los olvidados no tenían claro qué se quería hacer, casi uniendo la idea con Mortadelo. Esto es algo que también pasó en el caso de la novela gráfica del 11-M, en tu opinión, ¿llegará algún momento en que el tebeo se entienda como un medio completo?
Eso ha ido cambiando poco a poco. Es verdad que todavía hay gente que no sabe que el cómic va más allá de Mortadelo o de Spiderman, pero cada vez hay un público generalista más amplio. El abismo del olvido lleva vendidos 40.000 ejemplares, según los datos de los distribuidores, mientras que las librerías especializadas tienen más o menos un techo, en las librerías generalistas las ventas han aumentado mucho. Cada vez estamos consiguiendo un respeto y una aceptación mayor entre ese público que nunca ha sido lector habitual de cómic.
Hace poco que ha salido a la venta y es todo un éxito, ¿te esperabas tal repercusión?
Tanto Rodrigo como los editores y yo, pensábamos que iría bien. Mi anterior cómic, Regreso al Edén, salió con 25.000 ejemplares y reeditamos 5000 en cuestión de un mes. 40.000 ejemplares para El abismo era arriesgado, pero pensábamos que en el peor de los casos se vendería a lo largo del año o de los años. Pero no pensábamos que se vendieran en apenas dos meses y que tuviéramos que imprimir a toda prisa 15.000 más. La aceptación ha sido brutal, creo que es un tema que, a pesar de lo que digan determinados sectores, interesa.
¿Hay un estilo “Paco Roca” de hacer cómics?
No lo sé. Intento creer que no, porque si fuera demasiado consciente de ello me imitaría. Es evidente que tienes un sesgo a la hora de elegir los temas, los personajes… Tengo una “melodía” recurrente para narrar… Pero intento que cada nuevo cómic sea como un empezar de cero.
Con eso estamos, Paco. Gracias por tu tiempo y enhorabuena por esta obra.
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