William Hartnell fue un actor inglés reputado que a lo largo de su vida profesional dejó casi un centenar de actuaciones en el cine y en la televisión. Entre sus títulos más destacados están las películas Carry on Sergeant, Escape, Un crimen para sentencia además de las series The Army Game y por encima de cualquier otro trabajo Doctor Who. No en vano él fue el elegido para dar vida a la primera encarnación conocida de este personaje que en origen era un hombre de edad, algo irascible, gruñón y bastante desagradable. Recomiendo ver el docudrama An Adventure in Space and Time en el que David Bradley le da vida.
Primeros pasos
William Hartnell nació el 8 de enero de 1908 en St. Pancras, cerca de Londres, con el nombre completo de William Henry Hartnell pero cariñosamente llamado Billy por su familia, o por la familia que conocía ya que en este aspecto su infancia fue algo complicada. Igual de problemática fue su relación con los estudios, aunque al conocer Hugh Blaker, rico coleccionista de arte, su vida fue cambiando y enfocándose hacia el mundo del teatro más por empeño de este que por él mismo, pero parece que la decisión fue acertada. Aunque su carrera profesional en este mundillo comenzó por ser tramoyista.
En 1928 actuó en Elizabeth´s Prisoner junto a la joven actriz Heather McIntyre que un año más tarde se convertiría en la señora de William Hartnell. A principios de la década siguiente comenzó sus primeros pasos en el cine pero con un parón debido a la segunda Guerra Mundial; al igual que otros muchos hombres dejó todo de lado para combatir como mandaban sus gobernantes. Tras más de un año de servicio fue licenciado debido a una crisis nerviosa, algo que por otro lado le acompañaría toda su vida, pudiendo volver así al mundo de los escenarios.
De forma general entraba en papeles más de tono humorístico, comedia y demás, pero en un momento dado su carrera dio un giro para encarnar a Ned Fletcher, un sargento, en The Way Ahead. Esto fue algo que le marcó y le hizo salir de lo que había sido habitual en sus actuaciones para decantarse más por soldados, policías y similares, una muestra de esto fue en 1958 en la mentada Carry on Sergeant de la que fue protagonista.
La llegada de Doctor Who
Se prodigó por varias producciones más pero sería en 1963, pasando ya los cincuenta años, que le llegaría el papel que marcó por siempre lo que le restaba de su vida y le convertiría en un icono de la televisión de su época y de la ciencia ficción hasta hoy. Doctor Who, una serie que comenzó con pocas esperanzas y que sigue más viva que nunca. Fue contratado directamente por Verity Lambert tras ver su actuación en This Sporting Life. Aunque Hartnell dudó en un principio por temor a verse encasillado, aunque fue precisamente esto mismo lo que le hizo aceptarlo, ya que así también lograba salir del círculo de policías y soldados que se habían convertido en sus personajes habituales.
Tras estos años de éxito, en los que algunos compañeros dicen que fue complicado trabajar con él (y otros son todo elogios) se vio obligado a dejarlo por el avance de su arterioesclerosis, a lo que no ayudó el hecho de que ser el único miembro original del equipo que quedaba en la serie y se consideraba el guardián de la misma. No terminaba de entenderse con ellos así que se tomó la decisión de que se regenerara (o renovara según se planteó en su momento) y otro actor tomara su lugar. En concreto, y a propuesta del propio Hartnell, fue Patrick Troughton.
El actor regresó al personaje en The Three Doctors pero su estado de salud había empeorado mucho con lo que este se convirtió en el último trabajo que hizo. En 1974 sería hospitalizado y en 1975 con solo 67 años, fallecería, el 23 de abril de 1975, dejando atrás a su esposa Heather, la actriz con la que contrajo matrimonio en 1929, una hija de mismo nombre y dos nietos.
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El comienzo de la leyenda. Yo vi ese docudrama, una pena que no se doblara al castellano. Me gustó ver a Matt Smith al final, un modo de decir que su legado iba a trascender.
Suelo verme el docudrama una vez al año, me encanta de principio a fin. Imposible no llorar cuando llegas al final.