Star Wars. Consecuencias: Deuda de vida

Siempre hubo un plan.”

Por Sergi Páez.

Consecuencia: Deuda de vida me ha gustado. Lo he disfrutado. Bastante más de lo que esperaba.

Y parece una tontería empezar una reseña de forma tan banal, pero es importante hacer hincapié en ello. Al fin y al cabo, Consecuencias, el primero, la primera parte de la trilogía y primera novela post-Episodio VI dejaba mucho que desear. Era incongruente, vacía e insulsa, con personajes y tramas que, dejando de lado un contexto generalizado, podrían fielmente describirse como: meh.

Sin embargo, un año después, Chuck Wendig vuelve con un El Imperio contraataca — no por estar a la misma altura (que el Hacedor me desconecte si lo llegara a insinuar), sino por el “las segundas partes son mejores que las primeras”. Y es que en muchos aspectos entretiene y sorprende, ambos por narrativa y contenidos. Voy a ver si puedo dar un análisis objetivo y un comentario warsie a la vez.

La novela, aun cambiando de vez en cuando de narrador, sigue principalmente las entrelazadas tramas de tres personajes (todos femeninos, a destacar). Estos son Norra Wexley, combatiente de la Nueva República que, junto a un grupo de pintorescos personajes, viaja por la galaxia cazando nombres Imperiales huidos; la Gran Almirante Rae Sloane, cuya carrera llevamos siguiendo desde los cómics pre-Una nueva esperanza y que ha llegado, sospechosamente, a lo más alto de la nueva flota Imperial; y la General Princesa Leia Organa que, embarazada, busca a Han Solo, su marido, que ha desaparecido tras intentar liberar el planeta Kashyyyk y haber perdido a su colega Chewbacca.

A los tres personajes les conocemos de las novelas anteriores y no les hace falta introducción, lo que hace que la trama sea ligera: dividida en tres partes, cinco actos en total, y con un desenlace de trama principal con nuevos misterios para seguir leyendo en la tercera parte.

Lo que más llama la atención de los personajes es que han evolucionado de la novela anterior. Y en la novela anterior eran realmente aburridos, por lo que, solo pueden ir hacia arriba. Los tres personajes principales son complejos, se están redescubriendo ante una galaxia cambiante, e interesantes de por sí — en el anterior Consecuencias te pegabas un tiro cada vez que se ponían a reflexionar sobre Bamtha poodoo durante tres páginas y media.

El resto de personajes, esos secundarios que narran durante interludios o párrafos al azar, son a veces más interesantes que los personajes principales. De hecho, es probable que lo más interesante del libro sean esas historias cortas que se solapan durante la narrativa principal. ¿Sabíais que el Rancor del Palacio de Jabba el Hutt al que mata Luke se llama Pateesa?

Hablando de personajes, ya sabemos que el canon de Star Wars y que Pablo Hidalgo y su story group lo controlan todo muy bien, ¡pero la cantidad de personajes y referencias de esta novela son increíbles! Desde el Twi’lek Yendor de Estrellas perdidas que volverá en Bloodline, a Evaan Verlaine, a la que no veíamos desde el Princesa Leia de Marvel | Planeta de Comics. Tenemos también la primera aparición de dos personajes principales de El despertar de la Fuerza — y es que realmente hace ilusión ver cómo, poco a poco, se unen ambas trilogías.

Los eventos de la novela, y el desarrollo de los mismos, son importantes y emocionantes a nivel Star Wars. ¿Qué diablos quiero decir con esto? Pues que:

El desarrollo de los acontecimientos es de manual y muy rítmico, incluso acelerado a veces. Ocurren muchas cosas muy espectaculares y extravagantes dignas de la fantasía espacial (recordad que esto no es ciencia-ficción) y muy “estarguors” todo. Pero a la vez es todo importante y trascendental: cada detalle, cada acto, cada revelación y cada misterio.

Es de hecho, y probablemente, ese constante tono de revelación y misterio lo que nos hace aguantar la lectura. El hecho de saber que, al pasar la página, lo más probable es que algo gordo pase. Y pasan cosas gordas. Gordas e importantes que están totalmente relacionadas con los acontecimientos del episodio de Abrams y las novelas a proseguir.

En este aspecto, Consecuencias: Deuda de vida es la novela que esperábamos cuando Consecuencias salió a la luz.

En retrospectiva, comprendo que le faltaran muchos detalles reveladores que en su momento no podrían salir sin chafarnos la nueva peli de La guerra de las galaxias, por lo que en este momento, perdono el fallo de la primera novela. Y es que, como dicen en la misma, “siempre hubo un plan.” Estaba todo pensado, y bien pensado, para no decepcionar al lector que es, a la vez, fan de la saga.

Dejando de lado la narrativa de Chuck Wendig (que oscila de un aceptable a un soberbio en cuestión de páginas para volver a recaer), la traducción de Planeta es difícil de destacar. No tan sólo por las faltas de ortografía o gramaticales, que las hay a porrones, o por dejar que el auto-translate traduzca “rain” como “reina” en vez de lluvia — ¿nadie se re-lee el libro antes de llevarlo a tiendas? —, sino por la equivocación al traducir conceptos relacionados con la saga galáctica. Tanto como fan como traductor, es muy fácil desconcentrarse durante la lectura.

Por favor, Planeta de Cómic: al escoger un traductor para las novelas de Star Wars que este sea fan de la saga. O que se haya visto-leído el material previo. O que consulte la Wookiepedia, que para algo está. Hacer las cosas bien no es tan difícil.

Star Wars. Consecuencias: Deuda de vida es la secuela a El retorno del Jedi que esperábamos, un aditivo al canon que hace esperar con muchas ganas el tercer y último libro de la saga Aftermath.

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