El próximo año, 2023, marcará el regreso de las Tortugas Ninja en una nueva película producida por Nickelodeon. Un proyecto que encabeza el popular actor Seth Rogen y que dirige Jeff Rowe, del que por el momento se sabe poco pero que ya ha logrado captar la atención de los aficionados.
De forma habitual los iconos de la cultura pop vienen avalados por alguna gran empresa, como ejemplos bien conocidos estarían Mickey Mouse o Batman, el uno de Walt Disney y el otro de Warner Bros. Pero no es una regla fija y en ocasiones hay personajes que se la saltan, como los cuatro hermanos creados por Kevin Eastman y Peter Laird en el que sin duda es el cómic independiente más famoso de todos los tiempos, el primer número de las Tortugas Ninja. Y es que “Las Tortugas Ninja fueron un éxito inmediato”, comenta el dibujante y diseñador de juguetes Michael Dooney.
Con una tirada inicial de unos pocos miles de ejemplares en blanco y negro, con mucho humor y un villano principal que moría al final de la historia, se convirtió en uno de los tebeos más reclamados de 1984. Hubo que hacer una nueva edición, además de empezar a pensar cómo seguir con las aventuras. Lo sorprendente es que ambos creadores lo habían hecho solo para entretenerse, jamás pensaron en que tendría éxito y que casi medio siglo después seguiría dando réditos.
Pero la auténtica locura, o tortugamanía (turtlemania) no puede fecharse hasta 1987 y el lanzamiento de la primera serie de dibujos, sumado a la aparición de su línea de figuras de acción en 1988. Esta colección recayó en las manos de Playmates Toys tras no lograr interés por parte de las grandes corporaciones, es más, en realidad Playmates Toys nunca había entrado en el mercado de las figuras de acción y esta sería su primera propuesta, pero contaba con dos bazas a su favor: la primera que aunque los muñecos no eran muy articulados se diseñaron pensando en posibles poses, lo que las hacía atractiva para los niños, y la segunda su precio económico frente a otras de la competencia, lo que las hacía atractivas para los padres.
Aunque Kevin Easman, co creador de los personajes, lo explica en el libro De Spider-Man a G.I. Joe: La acción hecha figura de una forma mucho más sencilla: “No puedes decirle a un niño lo que mola o lo que no mola. Ellos deciden lo que les gusta y lo que no, y por alguna razón cuando las vieron les gustaron”. No puede negarse que gustaron, y mucho, al punto de que esta pequeña licencia fue buscada por otras mucho más grandes como Star Trek o los monstruos de Universal para lanzar al mercado versiones tortuguiles de sus conocidos personajes.
Entonces todo explotó. Las Tortugas Ninja eran un éxito internacional, a los pocos años (en 1990) llegó la primera película de acción real que tan solo costó 13.500.000 dólares y multiplicó esa cantidad varias veces en taquilla (201.965.915 en recaudación mundial). El fuego ardía como si lo hubieran regado con un barril de gasolina, llegaron dos secuelas, más figuras, todo tipo de merchandising e incluso uno que llegaron dos secuelas e incluso una gira musical (Coming Out of Their Shells) en el que las tortugas cantaban y bailaban.
La locura nunca ha remitido, y es que la transformación (¿o debería decir mutación?) es parte del ADN de estos personajes, no en vano la primera y exitosa serie de televisión, al igual que las figuras de acción, ya se desviaba del cómic original que seguía publicándose con nuevas aventuras. De esta forma llegaron otras cabeceras de dibujos animados, una película televisiva de 2009 titulada Turtles Forever que unía a dos encarnaciones del grupo (tres, en realidad) y que para Kevin Eastman “Sin duda es la favorita de los aficionados”, además de videojuegos, peluches, más cómics, merchandising de todo tipo… Una franquicia que nunca ha dejado de funcionar y que sigue dando dividendos a todos los implicados.
Una clara muestra de ello fue la buena acogida por parte del público que tuvo en 2014 una nueva visión cinematográfica de estos personajes con dirección de Jonathan Liebesman. Si bien no logró ganarse a la crítica, sí obtuvo los suficientes beneficios para que pocos años más tarde se estrenará una segunda parte, Ninja Turtles: Fuera de las sombras, y aunque una posible tercera entrega fue abortada devolvió del todo a los hermanos quelonios al público actual.
“Las Tortugas se han convertido en lo que se denomina una franquicia eterna. Son tan conocidas por gente de todas las edades y países que están aquí para quedarse mucho tiempo”, asegura Michael Dooney. Sin duda alguna el próximo estreno en 2023 de un nuevo filme provocará otra tortugamanía, y es que nadie puede resistirse al poder tortugoso.