Poster de En algún lugar del tiempo. Créditos: Rastar/Universal

Poster de En algún lugar del tiempo. Créditos: Rastar/Universal

En algún lugar del tiempo es una preciosa y emotiva películas sobre viajes en el tiempo que se basa en una novela de Richard Matheson.

De pequeño vi la película El último hombre vivo con Charlton Heston, basada en una novela de Richard Matheson, en un pase televisivo, y admito que me gustó mucho, siendo la referencia que tenía cuando se preparaba la versión de 2007 de Soy leyenda con Will Smith. Más tarde supe que había incluso una primera adaptación, con Vincent Price de protagonista, pero cuando me animé a coger de la biblioteca el libro original descubrí una obra a la que es muy difícil hacerle justicia, como quedó probado cuando se estrenó su más reciente adaptación, la antes citada con Will Smith, que se quedó en un mero entretenimiento con algunos aciertos.

El largo legado de Richard Matheson

Posterior a eso descubrí más obras de Richard Matheson, como El increíble hombre menguante (adaptada apenas un año después de su edición en un film que ya es un clásico de la ciencia-ficción) o La casa infernal, así como también la recomendable Más allá de los sueños (de la que te he hemos hablado ya en docpastor.com – Amamos la Cultura Pop), que sirvió como inspiración para el film de 1998 con Robin Williams de protagonista.

Incluso en relatos cortos ha sido un autor destacado, destacando el también clásico relato Pesadilla a 20.000 pies, que ha tenido adaptación en la clásica serie televisiva La dimensión desconocida, en la película-homenaje de 1983 e incluso ha sido parodiado en un episodio de Los Simpson (entre otras muchas referencias).

Los dos protagonistas de En algún lugar del tiempo basada en la novela de Richard Matheson. Créditos: Rastar/Universal
Los dos protagonistas de En algún lugar del tiempo basada en la novela de Richard Matheson. Créditos: Rastar/Universal

En algún rincón del tiempo…

Pero más allá de ello Richard Matheson ha sido un autor que trabajó en otros géneros, por lo que me decidí a probarlo en su novela En algún rincón del tiempo, que tuvo adaptación cinematográfica en 1980 en un film titulado En algún lugar del tiempo. Lógicamente decidí leer primero una y ver después la otra para comparar, ya que aunque se toque el tema fantástico colateralmente (por lo del viaje temporal), estamos ante una historia primordialmente romántica. El resultado es entretenido en ambos casos, aunque con matices.

En cuanto a la novela, está separada en dos partes muy bien diferenciadas, que se completan con un prólogo y un epílogo a cargo del hermano de Richard Collier, el protagonista y un guionista de televisión en horas bajas debido a problemas de salud. En un devenir sin destino claro va a parar a un hotel donde verá la foto de una actriz de la que quedará inmediatamente enamorado. El problema es que dicha intérprete es Elise McKenna pero la citada foto tiene 75 años, y lógicamente en el presente del protagonista (1971) la citada mujer lleva fallecida bastante tiempo.

Con una mezcla entre auto hipnosis y una férrea voluntad propia, Richard conseguirá remontar la corriente temporal y retroceder en el tiempo, intentando conseguir el amor de Elise McKenna, aunque lamentablemente el destino se mostrará implacable, si bien el epílogo nos hace dudar sobre la veracidad de lo narrado (puede que hubiera otras causas más prosaicas), aunque también con el deseo y la esperanza de que así hubiera sido por lo que sintió, si bien en la primera parte puede llegar a ser reiterativo rozando lo obsesivo.

Fotograma de En algún lugar del tiempo. Créditos: Rastar/Universal
Fotograma de En algún lugar del tiempo. Créditos: Rastar/Universal

… y En algún lugar del tiempo

La novela refleja un tono melodramático que no está presente en su posterior adaptación nada más que en su tramo final (de hecho en la película cierto suceso de ese tramo es reflejado de forma más traumática que en el libro), pero lo que prevalece es un tono romántico que en ocasiones roza lo cursi y lo ñoño, y que en la película se acrecienta por un marcado estilo romántico-bucólico tendiendo hacia lo almibarado.

Ambas producciones, novela y película, son entretenidas, pero el libro desmerece ante otras obras más logradas de Richard Matheson, mientras que la película (protagonizada por Christopher Reeve, Jane Seymour y Christopher Plummer) simplifica ciertos detalles y se toma algunas licencias, si bien conserva el espíritu esencial del relato original. Curiosamente pese a ser un producto muy «hijo de su época» la cinta tiene una acérrima legión de fans, que se acordaron de ella en su 40 aniversario.

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