Ilustración de Jordi Bayarri.

Es única y por ella la amamos.
Ilustración de Jordi Bayarri.

La Pitufina. Es prácticamente imposible pensar en Los Pitufos sin que nos venga a la mente este icónico personaje de piel azul y cabellos rubios. ¿Pero por qué, si ni siquiera formaba parte del elenco original? Bueno, Lobezno tampoco es un X-Men fundador y ahí lo tenéis. ¿Qué tiene la Pitufina? ¿Qué la ha hecho tan querida por los seguidores de la serie y la ha sumergido tan profundamente en la cultura popular?

1. Ingeniería genética.

Pitufina fue creada por Gargamel artificialmente para vengarse de la aldea pitufa. Así, tal cual. Su mismo origen aporta un puntito de ciencia-ficción al mundo mágico de los Pitufos. Pitufina se postula, pues, como la Mewtwo de los seres azulones. Es artificial, antinatural que dirían algunos, y sin embargo es aceptada por toda la aldea como una igual. Sirve como contrapunto científico-fantástico y como adalid de la igualdad y la no discriminación. Bastante a la orden del día, ¿no?

2. Redención.

Siguiendo con su origen, el objetivo de la Pitufina era enfrentar y diezmar la aldea pitufa, y vaya si armó trifulca. No obstante, y no sin la ayuda de todos, Pitufina pudo sobreponerse a aquello que se esperaba de ella para conformar su propia identidad, redefinirse y poder aportar en la misma medida que sus compañeros azules aportaban al beneficio de la aldea. “No eres quien te dicen que eres, sino quien quieres ser”, eso es lo que dice Pitufina.

3. Genio y figura.

Pitufina tiene carácter, eso es innegable. Es buena, amable, dedicada y leal, pero no le toques las narices, que ésta chica sabe cómo sacarse las castañas del fuego. Resulta agradable que la única mujer de la aldea no esté perpetuamente estancada en el papel de doncella en apuros y haya constituido una identidad y rol propios dentro de la serie.

4. Femenina sí, sexualizada no.

El diseño de Pitufina tal y como lo conocemos hoy es muy femenino, con su faldita y sus largas pestañas, y hasta podría decirse que fruto de su época, pues no es estrictamente necesario llevar falda ni sombra de ojos para ser femenina. Pero no está sexualizada. No lleva un escote hasta el ombligo por el que le asoman unos pechos rebosantes ni se le escapan las nalgas cuando se agacha, no aparece en posturas forzadamente reveladoras, no exhibe una actitud sumisa confeccionada adrede para satisfacer fantasías masturbatorias. No. Pitufina es femenina. Punto.

5. Rubia.

Aunque en su génesis fuese morena, Papá Pitufo la volvió rubia y, sí, “más mujer”, lo que hoy en día podría tacharse de machismo. Volvamos a lo de “fruto de su época” y no juzguemos bajo nuestro estándares actuales, mucho más avanzados, algo que se concibió en una sociedad socialmente más atrasada. Quedémonos con lo que aporta Pitufina en la actualidad, porque los personajes evolucionan. Pitufina es valiente, leal, con carácter y rubia. Sí, rubia. En una sociedad supuestamente avanzada en la que sigue existiendo el tópico de que las rubias son tontas es muy de agradecer que un personaje de ficción con bastantes años a sus espaldas venga y rompa ese tabú. ¡Bravo por ti, Pitufina!

Artículo de Borja Prieto, ilustrador del web cómic enpelotascomic.es

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