Cuando se trata de elegir tu cómic Marvel predilecto cada uno tiene su propia idea al respecto, tan solo depende de los gustos y circunstancias. No hay respuesta buena o mala, además como dijo Kant “En todos los juicios en que describimos algo como hermoso, no permitimos a nadie tener otra opinión.”. Con esto presente no tiene sentido discutir al respecto, solo estar abiertos a diferentes ideas, propuestas y posibles nuevas lecturas.
En cambio lo que tampoco se puede discutir es que las historias primigenias de Marvel Comics son maravillosas. Pueden gustarte o no, claro, pero ahí está todo. El germen de este universo según se conoce en la actualidad nace entonces, en esas viñetas firmadas por Jack Kirby, Stan Lee y Steve Ditko entre otros, esa magia de los años 60 del siglo XX que no ha logrado ser duplicada. Es cierto, antes también había tebeos lanzados por la misma editorial, con alguno de sus variopintos nombres, pero el boom real llega en ese tiempo. Ahí está todo, ahí el lector encuentra las bases de lo que es hoy.
En el caso de Nick Furia se pueden encontrar por doblete dado que tuvo dos cabeceras, una situada en la 2ª Guerra Mundial y otra en la actualidad que es la que ahora recupera Panini Comics en la línea Biblioteca Marvel. Así en Nick Furia, agente de SHIELD encontramos al veterano soldado dando sus primeros pasos en la agencia que durante tantos años dirigirá, y como de costumbre en las aventuras que salían de la llamada Casa de las ideas todo era un despliegue bárbaro de imaginación sin igual.
Un superespía todoterreno
¿Que vino la idea vino por el éxito de James Bond? ¿Que se notaba la admiración de Stan Lee por El agente de CIPOL? Sí, es así. Tampoco es que se pretendiera negar y en ocasiones se llega a hacer gala de ello, pero nunca con el ánimo de copiar o plagiar, nada de eso. El dúo Lee/Kirby una vez más demostraba lo bien que funcionaban juntos, el uno alimentaba al otro y viceversa, no contentos con tener aventuras de un increíble e imbatible espía lo vinculan a Tony Stark (Iron Man), crean a la temible Hydra y su primer líder supremo, fantásticas e imposibles máquinas como solo la factoría Kirby sabía hacer, gadgets de todo tipo, secundarios pintorescos…
Nick Furia, agente de SHIELD, se aleja por completo del mundo de los superhéroes y lo hace de forma totalmente consciente, vive en el mismo mundo pero sigue su propio camino. Una demostración más de cómo en aquellos años Marvel Comics era capaz de coger cualquier género y hacer maravillas con él, una época fascinante que nunca pasa de moda.