Se abusa de la palabra nazi, es un hecho. Un hecho que además no es nuevo y lleva años pasando, tanto que al final el término se ha devaluado y perdido prácticamente su sentido. Es el signo de los tiempos de polarización y fácil rivalidad que nos ha tocado vivir, todo es en blanco y negro y queda poco espacio para los grises. Es triste y lo será más al volver la vista atrás.
Por otro lado los nazis siguen provocando fascinación y es entendible, más allá del hecho de las atrocidades que se cometieron fue un movimiento interesado (al menos sus clases dirigentes) en las ciencias ocultas y el misticismo, usaron la comunicación como nunca antes se había hecho y su imaginería visual sigue siendo estudiada hoy en día. Si uno empieza a leer sobre ellos siempre quiere saber más y es que hay mucho que contar.
Además que durante décadas han sido los villanos predilectos del cine y el cómic, estoy seguro de que si estás leyendo esto puedes decir del tirón varios títulos en que sirven como enemigos del héroe pulp de turno. Sin duda alguna en la saga de Indiana Jones o en las aventuras del Capitán América y otros tantos, una muestra más de la atracción que se siente por ellos en estos contextos).
No engañaré a nadie, me hice con el libro Nazis, cine y ocultismo por un error: pensaba que el tratado versaba sobre los nazis en el cine. No lo era, nada más lejos. El volumen es un acercamiento al movimiento político despojado de toda política, en su lugar se habla de ellos a través de su interés en la astrología, de cómo un Papa intentó hacer un exorcismo (a distancia) a Adolf Hitler, de su búsqueda de la lanza de Longino, su creencia en la posibilidad de una civilización subterránea como la mostrada en Vril, el poder de la raza venidera de Edward Bulwer-Lytton… y más, mucho más.
Bucear por las páginas de este libro es reencontrarse con datos y anécdotas que conocíamos pero también con otros tantos que nos eran desconocidos hasta el momento. Están ahí, tan solo esperando a que se abra la página para descubrirlos y es que la labor de investigación (bien podríamos decir de arqueología) de Pedro Delgado Cavilla es digna de admiración. Si te interesa el tema no serás capaz de dejar de leer (si bien en ocasiones las elecciones de inclusión de toques de humor en el texto y en algunos pies de foto logran sacarte por un momento de la lectura).
Por supuesto, y es lo habitual y esperado en un volumen editado por Diábolo, las páginas están plagadas de imágenes y fotogramas que enriquecen el texto y hacen del total una experiencia más satisfactoria. Ideal para leer en un momento en el que mostrar una esvástica es suficiente para que te eliminen un vídeo de Tik Tok.
Gracias por el interesante comentario del libro.