El universo Black Hammer (que edita en España la editorial Astiberri), llamado así por su protagonista Martillo negro, es uno de los más interesantes que hay en el mundo del cómic, al menos si nos referimos de forma específica al género de los superhéroes. Y es así ya que su creador, el muy reputado Jeff Lemire, en cierta forma ha seguido la línea del no menos reputado Kurt Busiek y se ha propuesto con sus historias hacer a la vez una mitología propia y una carta de amor.
Una carta de despedida en el universo Black Hammer
Aunque, y es un matiz importante, en el caso de Los últimos días de Martillo negro podría decirse que es más una carta de despedida dentro del mundo de Black Hammer. No es que todo termine aquí o que no se harán más aventuras, nada de eso, lo que se narra son hechos ya acontecidos y comentados en otras obras, pero sí tiene desde la primera página un halo constante de cierre y despedida. A fin de cuentas, y como bien claro deja el título, lo que va a leer el que está al otro lado de las viñetas son los últimos días de Martillo negro.
¿Y cómo sucede esto? Con el enfrentamiento con el Anti-Dios, este ser que otras veces ha sido nombrado, y en el que no cuesta ver un remedo de Galactus (pero en un ser sin alma y que solo parece anhelar la destrucción). Puede que cuando se muestra no sea tan temible como debería pero es que este tomo no va de eso, sí claro que hay un enfrentamiento con él y así debe ser pero lo que importa es todo lo demás. Es la vida del protagonista, sus decisiones, sus pesares, su legado, su futuro…
El dibujo de Stefano Simeone
Por todo esto el dibujo de Stefano Simeone es sencillo y sobrio, con buen cuidado de los detalles y más en concreto de las miradas y, hay que decirlo, de las lágrimas derramadas. Algo a lo que se suma una paleta de colores con preponderancia de los tonos ocres y marrones además de un velo constante que hace parecer que hay un atardecer permanente, como si no hubiera espacio para que entre la luz y la esperanza.
Esta elección artística se va haciendo más evidente según se pasan las páginas y es algo coherente y bien pensado. Aunque, y puede ser importante, si al igual que yo eres daltónico quizá esto mismo haga que la lectura no sea todo lo satisfactoria que podría ser y que en algunos casos incluso te cueste distinguir bien las láminas debido a su oscuridad y las tonalidades en ocasiones casi monocromáticas de las viñetas.
La historia sigue adelante
Los últimos días de Martillo negro es lo que promete el título, ni más ni menos. No da nada más y tampoco da nada menos. El universo Black Hammer sigue adelante, siguió adelante y es algo que todos sus lectores saben, pero no lo hará con Martillo negro. Al menos no con este.
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