Cartel de la película The Fabelmans, de Steven Spielberg, con guión también de Tony Kushner
Sus 151 minutos los disfruté en todo su esplendor, por lo que creo que Los Fabelman se puede situar entre las mejores películas de Spielberg.

Steven Spielberg lleva cinco décadas dedicado al mundo del cine, bien sea como director (donde nos ha legado muchas obras magistrales), o bien como productor (logrando que muchos films recibieran una taquilla extra tan solo por el arrastre de seguidores que tenía su nombre en el cartel) Cualquiera que esté leyendo estas líneas y que admita disfrutar con el cine es IMPOSIBLE que no haya visto algún producto suyo a lo largo de los años, bien sea en una faceta o en otra (no en vano hay que recordar el título de Rey Midas de Hollywood que le dieron en su época de mayor esplendor, al conseguir convertir en un éxito casi seguro cualquier cosa que viniese apalabrada con su nombre, fuese en la función que fuese)

Sus películas eran inicialmente una vía de escape, una sucesión de tremendas y muy entretenidas aventuras fantásticas que nos hicieron acompañar en sus andanzas desde a un temible escualo como a un aventurero arqueólogo (por citar APENAS dos ejemplos tremendamente populares) Pero aunque conseguía el favor del público con ellas, los premios le eran esquivos hasta que logró su más que merecido triunfo con la magistral La lista de Schindler en 1993, por la que recibió su primer Oscar a mejor director (el segundo le llegó pocos años después en otra película con connotaciones bélicas: la notable Salvar al soldado Ryan) Ahora cabe la posibilidad de que consiga un nuevo premio por su labor como director en Los Fabelman, que está nominada a siete Oscar en la edición de este año…, y si por este humilde servidor fuera, dicho galardón lo tiene más que merecido.

Y es que su más reciente película como director sería una relativa autobiografía donde Spielberg desgrana como fue la pasión que le llevó a convertirse en uno de los mejores directores de las últimas décadas, en un hermoso relato donde incluso en el caso de que no tengas ni idea de lo que se esconde tras esta película (esa especie de espejo cinematográfico en el que se refleja su responsable), sin duda alguna verás una excelente historia y no una mera sucesión de anécdotas. Dicen que la experiencia es un grado, y aquí se nota porque esta película está tan bien narrada e interpretada que no puede uno menos que aplaudir a un ya veterano genio, que a sus 76 años (nació en diciembre de 1946) ha centrado casi toda su vida en lo que, ahora sabemos gracias a Los Fabelman, fue su gran pasión desde la más tierna infancia.

La película comienza con un joven Sam Fabelman (claro trasunto del propio Spielberg), al que sus padres llevan por primera vez al cine, allá por la década de los 50 del pasado siglo, algo que le dejará impactado, y que buscará reproducir y desarrollar. Normalmente en todas las familias hay sus más y sus menos, y a medida que avance el metraje veremos que en este caso también es así, pero en esta cinta los dos progenitores del futuro cineasta están magníficamente interpretados por los actores Paul Dano (el que fuera el Acertijo en la reciente The Batman) y Michelle Williams (nominada a mejor actriz, también con toda justicia, por su trabajo en el presente film), notándose en ambos casos el cariño y el amor con el que están perfilados, definidos y desarrollados sus personajes, destacando ella por un evidente giro argumental que marcará la adolescencia del protagonista.

Aparte de los dos nombres citados es justo mencionar también a actores como Judd Hirsch (nominado a mejor secundario por esta película), que encarna a la persona por la que el protagonista decide ser director, o Seth Rogen, también bastante destacable como amigo de la familia que marcará un punto de inflexión en la misma (excelente la complicidad que se establece entre su personaje y el de Michelle Williams) También es justo citar a Gabriel LaBelle encarnando al trasunto juvenil del propio Spielberg, en donde cuesta poco ver su propia imagen de juventud reflejada, o la sorpresa final de un mítico director de cine (encarnado por otro famoso director de cine) que será algo así como quien le dio el definitivo relevo en sus inicios en la industria. En líneas generales todo el reparto lleva a cabo un destacable trabajo, dirigidos por un maestro como Spielberg que con esta película parece querer dar el relevo a la próxima generación de directores, en un gesto similar como con el que concluye el presente film.

Pero aunque Los Fabelman es una obra maestra de todo un magnífico narrador de historias como es Spielberg, se ha topado con el handicap de que el público potencial al que puede llamarles la atención un film así son las generaciones que se criaron con sus películas más exitosas, ya que las nuevas (y las que más llenan las salas de cine hoy en día) lo verán tan solo como si fuera un relato de batallitas del abuelo. Ese puede ser el motivo de su pobre resultado en la taquilla americana, aparte del hecho de que se filtró por internet la película (en versión original y en buena calidad) ya desde finales del año pasado. Pero yo aguanté las ganas hasta poder disfrutarla en una sala de cine, y tengo que decir que sus 151 minutos los disfruté en todo su esplendor, por lo que creo que Los Fabelman se puede situar entre las mejores películas de Spielberg (lo cual ya es mucho teniendo en cuenta que es un director con una amplia y destacable filmografía).

Crítica de Oscar Ferrer.

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