Haizea G. Viana, guionista y productora de La desconocida
La desconocida es un filme inquietante que remueve por completo, trata temas complejos de una forma cruda y descarnada. El protagonismo recae en Laia Manzanares y Manolo Solo que logran dos actuaciones maravillosas en una película dirigida por Pablo Maqueda, que también firma el guion junto a Paco Bezerra y Haizea G. Viana, a la que entrevistamos a continuación.
La desconocida habla, en parte, de la imagen que proyectamos y vendemos, ¿vivimos en una era en que cuenta más el escaparate que la forma?
Bueno, yo creo que las personas no somos solamente de una forma. Somos diferentes versiones de nosotras mismas. No nos comportamos igual en la oficina con nuestro jefe, que en un bar con tus amigas; o en una cena con tu familia, que en la intimidad de tu casa con tu pareja.
Siento la película como un caleidoscopio y creo que La desconocida es como sus personajes, que tienen muchas capas y el problema es que una de esas caras da mucho miedo y produce rechazo. Como decía, siento que todo el mundo muestra caras diferentes según con quién esté y eso es la película; ver a los personajes en diferentes registros y situaciones. Y creo que eso debería ser la ficción, porque a veces nos centramos solo en un aspecto, “la película va solo sobre esto”. Pero si te metes en la vida de alguien no puedes dejar de lado el contexto que le rodea.
Siempre nos han interesado mucho los secretos, las cosas que no compartes con nadie, ya sea por vergüenza, por ser juzgado, por miedo… y ahí entra internet, un campo virgen donde gracias al anonimato puedes cometer los actos más terribles.
Y en concreto, estos personajes no representan a todas las mujeres y a todos los hombres. Pero el cuento consiste en dos personas que tienen sus parafilias y se encuentran. Cuando escribimos la película teníamos claro que alguien podría interpretar el mensaje de que todas las mujeres son como Carolina o todos los hombres como Leo. Éramos conscientes y aún así lo hicimos. Porque yo creo que el valor narrativo de la película y la honestidad con lo que estás exponiendo, está por encima del mensaje que la audiencia pueda interpretar.
Para mí las historias no tienen por qué ser siempre mensajes o lecciones vitales, así evitamos que sean previsibles porque los personajes vengan determinados por cómo deben ser y también por corregir lo que está mal.
También, de forma principal, La desconocida trata el grooming, el acoso… ¿ha sido algo duro de contar?
Tuvimos muchas conversaciones antes de decidirnos a adaptar la obra a la pantalla y realmente durante todo el proceso. La investigación fue dura y nos enseñó una parte de internet, bueno, del ser humano (hombres en un altísimo porcentaje), realmente espeluznante y que me gustaría que las autoridades pertinentes hagan algo de una vez, porque sea lo que sea que están haciendo, no está funcionando. Ahí es donde eres más consciente de que por muy duro que sea, tenemos que hablar de ello y ponerlo sobre la mesa sin florituras o una música triste.
Entendemos que hay gente a la que le puede asustar. A nosotros no nos asustaba. Al revés, nos motivaba. Me gustan las historias de terror cotidiano. Siempre hemos sido muy conscientes del rigor que requería, pero nunca nos asustó. Siempre estuvimos muy convencidos con la historia. Nosotros intentamos hacer un cine para gente que es como nosotros, gente a la que nos gustan las historias por las historias. Siempre pensamos que la película encontraría su lugar y su público, gente a la que le gustan las historias retorcidas, este género que ya casi no se hace, el thriller psicológico, que en los 70 y 80 se hacía muchísimo. Yo soy muy fan y Pablo y Paco también, y eso se ve en la película y ya se intuía en la obra.
¿Es un tema que os afecte de cerca?
Nunca he vivido una situación de grooming en concreto, pero cuando empezamos a investigar sobre el tema, nos quedamos realmente impactadas. Hay un documental que creo que es lo más fiel que he visto nunca respecto a lo que es el grooming y en qué se puede convertir.
Respecto al acoso, las mujeres vivimos con ello toda nuestra vida: en el colegio, en la universidad, en los bares, en el trabajo,…constantemente, y durante toda nuestra vida. ¿Quiere eso decir que estamos acostumbradas a ello? No. Lo que estamos es hartas y queremos protección y educación, y necesitamos a los hombres en esta lucha, para que las nuevas generaciones de niñas, chicas y mujeres, se encuentren protegidas.
Por eso para nosotros era muy importante, que la película fuera cruda, sin concesiones: esto está pasando junto a ti, en un parque lleno de gente. ¿Y tú qué quieres hacer? Apartar la mirada, levantarte de la butaca, salir de la sala de cine y enfadarte. Pero cuando eso pasa, tu reacción no nos representa a nosotros como creadores de la película, tus actos te representan a ti y los ojos con los que estás mirando, los de tu propia moral. Y claro, ahí comienza la rueda de nuevo.
Fin de la primera parte de la entrevista de La desconocida.
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