Jandro González está en su mejor momento. Tras el éxito de púbico y de crítica de La vampira de Barcelona (podéis leer una entrevista a sus tres autores aquí) se encuentra en la actualidad trabajando para el mercado francés, pero durante el confinamiento encontró tiempo para sacar adelante el segundo de una trilogía de artbooks en el que muestra lo mejor de sí mismo (y también algo de nostalgia por las series de dibujos de hace décadas).
¿Porqué hacer este segundo Artbook?
Lo tenía pensado hacer, sí o sí, quiero hacer una trilogía. La pandemia lo adelantó todo, cuando nos encerraron acaba de terminar el cómic que estaba haciendo con Glénat, no había empezado el siguiente proyecto y pensé “tengo todo el tiempo para estar en casa, voy a acelerar el proceso del art book”. Me puse todo los días a sacar una o dos ilustraciones, y más o menos cuando pasó el verano ya lo tenía terminado.
Se puede decir que hasta te vino bien la pandemia.
Pienso que la aproveché, no me quedé ahí amargado sin hacer nada. También te digo que me habría vuelto loco de no haber sido así, si no me hubiera puesto a dibujar aquello habría sido horrible.
Mucho de lo que hay en el artbook son personajes de los ochenta y noventa, ¿porqué motivo?
Cuando en la pandemia hablabas con tus amigos o con la familia, muchas conversaciones iban sobre rememorar cosas. Me da la impresión de que como el futuro que tenemos ahora es un poco extraño y chungo, un poco indefinido, creo que la gente está tirando mucho del pasado y nostalgia. Es el motivo por el que hice tanto dibujo ochentero, es esa zona de confort del recuerdo bonito, de los veranos con los abuelos… En el mundo que vivimos tan hostil es un refugio.
¿Crees que por esto todavía dura esa nostalgia por los años ochenta?
Creo que sí, hay un auge de la nostalgia. Y creo que tiene que ver, no nos engañemos, a que antes de la pandemia los tiempos ya empezaban a ser un poco peores. Estamos con crisis económicas, con crisis de valores, en una sociedad un poco comprometida y extraña… Aparte, los que éramos niños en los ochenta ahora podemos comprarnos esos juguetes y regalos que no podíamos tener entonces. Dentro de muchos años esto se recordará como la época de la nostalgia, pienso yo.
De los muchos personajes que has dibujado en este artbook, ¿con cuál es con el que más conectas?
La serie de Gárgolas es muy especial para mí, pero no por nostalgia, para mí es muy vigente, muy de ahora. Han pasado muchos años, pero es una serie muy actual, estoy esperando que alguien haga algo con ella. De todo lo que hay en estas páginas, me quedaría con Gárgolas.
¿Porqué, qué tiene esta serie que la hace tan especial?
Me parece un serión, creo que los de Disney estuvieron muy acertados. No hicieron algo mojigato, fue algo que podía disfrutar un niño y también un adulto. Además reunía los clichés que siempre nos habían gustado, un equipo de medio monstruos en plan las Tortugas Ninja, con ese tono gótico… Era una gran conjugación. Además, me gusta mucho que tira de temas como la criptozoología, habla del monstruo del Lago Ness, leyendas de otros países como el Golem. Todo eso me encanta, e hizo que de niño me interesara por ese tipo de cosas más de ocultismo y mitología.
Te doy la razón, también me encanta esta serie. En cambio la colección de figuras de acción que lanzaron en su momento…
Mira, recuerdo las figuras de PVC que me parecían una maravilla. Eran baratas y estaban super bien hechas, las otras… Nunca tuve, no conectaba con ellas. No aprovecharon los diseños tan chulos que tenían, parecía que se habían centrado más en que tuvieran acciones que en la belleza de la propia escultura
Puede que sea desviarse un poco de tu libro, pero muchas de las ilustraciones que has hecho son de series que estaban vinculadas a figuras de acción. ¿Porqué crees que hubo ese auge y esa unión?
No sé si esto se instauró con He-Man o con Transformers, me refiero a lo de tener una serie de dibujos a la vez que se vendía los muñecos, no sé quiénes fueron los primeros. Pero recuerdo que era un pack, tú tenías los dibujos que veías al mediodía y luego podías hacerte con los juguetes para continuar sus aventuras. Y sabemos que muchas de las series se creaban solo para vender las colecciones. Ahora hay muchas figuras, muchos Legos, muchas cosas, pero no está tan vinculado a series pero sí veo que casi todo está basado en franquicias de películas; mi sobrino todos los juguetes que tiene son de Guardianes de la galaxia, Star Wars…
¿Recuerdas alguna de estas colecciones que te llamara más que otras?
Hubo subproductos fantásticos como Street Sharks, que era un despropósito genial, con unos figurones increíbles. Y el caso de Dino-Rides fue parecido, la serie no tuvo ningún éxito pero las figuras eran una bestialidad de línea. Para mí, a día de hoy, sigue siendo la mejor línea de juguetes de los ochenta, y la serie fue una flojera.
En el artbook no solo hay material de los ochenta y noventa, también hay propuestas propias e incluso he visto alguna prueba que hiciste para Disney.
Hay una serie de ilustraciones que han tenido una finalidad laboral, de hecho está la portada que hice para Vogue el año pasado aunque es un poco distinta, es la original ya que me hicieron cambiar un par de cosas. También hay varios intentos de trabajos posteriores que iba a hacer con Glénat en Francia, como los diseños que de Mickey Mouse y el pato Donald.
¿Cómo fue esto?
Glénat tiene los derechos en Europa para hacer todos los cómics de Mickey Mouse, sabiendo eso y siendo muy fan… Lo veía muy loco, pero me habría encantado hacer un Mickey Mouse y se lo dije al editor. Él me propuso que hiciera algunos dibujos y él se los pasaría al encargado de Disney en Glénat, y en eso quedó todo, nunca tuve respuesta.
Si te dieran a elegir hacer historias del personaje de Disney que quisieras, ¿a cuál escogerías?
Me gustaría hacer algo actualizado con los tres sobrinos de Donald, ellos con el tío Gilito. Algo así me encantaría.
¿Algo estilo Cuack Pack?
Sí, algo a lo Cuack Pack en cuanto a la renovación de ellos pero más en la línea Patoaventuras, más a lo Indiana Jones. En Cuack Pack eso se perdió, era más ellos en el instituto y eso no me interesa tanto. Pero sí, eso con una estética más moderna, pero en realidad en Francia los Mickey Mouse se los dan a dibujantes muy consagrados. Tienes que ser muy pepino para que te den un Mickey Mouse o un Pato Donald así de entrada, pero ya llegará, además debe ser superdivertido hacer un cómic de estos.
El que sí has hecho es el de La vampira de Barcelona, que es estupendo.
Ahora lo veo, lo comparo con lo que estoy haciendo y me doy cuenta de lo verde que estaba entonces. Me lo pasé super bien, era el cómic que me apetecía hacer, y aunque fue un encargo de Norma nunca lo vi así. Tú ya lo sabes, pero yo ya estaba preparando una vampira antes de toparme con Miguel Ángel (Parra, coautor de la obra), así que si tenía que entrar en el mundo del cómic tenía que ser con esa historia, y la disfruté un montón. A día de hoy no sé todo lo qué le debo, ese cómic me ha solucionado la vida profesional.
Además se ha publicado también en Francia.
Y en Holanda, que por cierto la edición holandesa es preciosa. Es la mejor que han hecho, tiene tinta dorada en la portada, es una pasada. En 2020 tenía que haber ido allí a firmar, tenía hasta el billete pero se fue todo a la mierda, como te puedes imaginar. Disfruté mucho La vampira y ha sido un buen éxito.
También de crítica, siempre se habla positivamente de este cómic.
Sí, sí, todo el mundo coincide con que ha ido bien. Y ya te digo, me ha abierto todo un abanico de trabajo en Francia que yo no estaría haciendo de no ser por esta obra En Le Lombard, que es donde estoy ahora, sí llegué por La vampira.
Le Lombard también publica historias de Los Pitufos, ¿te verías ilustrando sus aventuras?
No, Los Pitufos no. Me gustan, pero me cuesta más identificarme con el estilo de Peyo. Supongo que es por haber mamado más Disney que cómic franco-belga, y no me veo con Los Pitufos. Y estoy al día, tengo hasta el que sacaron de Los Pitufos y la aldea de las chicas que iba con la película, pero no me veo. Además, hay que dibujar demasiado muñequito, hay mucha gente en esa aldea.
Dentro de poco se publicará La sombra roja en España con Norma, ¿qué puedes adelantar de esta obra?
Es un cómic de encargo, es una historia de la que yo no sabía nada y fue mi primera oportunidad abierta para publicar en Francia directamente. Es con Glénat, el guionista es Jean Pierre Pécau, uno de la casa que tiene años de experiencia y el cómic tiene este punto histórico que tanto les gusta en Francia. Por resumir, básicamente trata de la fotógrafa italiana Tina Modotti que fue militante del partido comunista mexicano, fue camarada de Diego Rivera, Frida Kahlo… Y de eso va, de todos los entresijos que había, las puñaladas traperas, y también de intentar desvelar cómo fue su muerte. El hilo conductor es Jorge Semprún, el famoso escritor, le llega una información sobre la muerte de Modotti y se pega una investigación de la hostia viajando a México, a París, a varios sitios…
¿Es un thriller policíaco?
Sí, pero no vas a ver tiros, es más contemplativo, más pausado. Recreamos la historia de Tina Modotti a través del viaje de Jorge Semprún. De eso va, yo lo describiría como muy francés.
Este cómic saldrá, si no hay cambios por la pandemia, en junio. ¿Qué vendrá después?
El siguiente es con Le Lombard, que es del grupo Dargaud, y me emociona bastante hacer esta historias pero no puedo contar mucho. Va sobre uno de los misterios más importantes del siglo XX, que es el caso del incidente del paso Dyatlov. Ocurrió en Rusia a finales de los cincuenta, unos excursionistas desaparecieron en medio de la estepa rusa, en la nieve, y luego sus cadáveres fueron encontrados con unas muertes en extrañas circunstancias que nadie consigue aclarar. El gobierno ruso ha intentando dar mil explicaciones, pero hay algo oculto detrás que nunca se contó, parece que huyeron de la tienda despavoridos como si algo les hubiera asustado, salieron desnudos a la nieve como si no hubieran tenido ni tiempo de vestirse y a día de hoy sigue siendo un misterio.
Suena muy interesante, Jandro, y seguro que es otro éxito como La vampira de Barcelona. Gracias por tu tiempo, y con ganas espero poder leerlo.
Nada, gracias a ti.