Octobriana, el mítico personaje ruso, está de vuelta. ¡Que tiemble el capitalismo!

Cuando hace meses desde Cósmica Editorial anunciaron la publicación de un nuevo cómic de Octobriana no me lo podía creer, y con muchas ganas esperé su llegada para devorarlo.

Una página tras otras, no podía dejarlo, un tanto por mis propias pasiones y otro por la buena labor de su guionista y sus varios dibujantes, además de por el recomendable prólogo que lo inicia todo.

Pero mejor freno un poco.

¿Quién es Octobriana? Esa pregunta estará en la cabeza de muchos, ya que es un personaje bastante desconocido, con un origen un tanto oscuro y una trayectoria bastante irregular, con muchas manos implicadas y una fama como personaje de culto (que lo es). Precisamente por todo este batiburrillo de ideas, de idas y venidas, de mentiras y verdades, es por lo que es de agradecer (y mucho) el prólogo de Javier Mora en el que durante varias páginas se ocupa de dar un buen repaso a la historia de la rusa, lo que es perfecto para el que no sabe nada de ella y pone en situación a los que ya conocíamos su existencia.

Y después, como en Superlópez, estalla la historieta. No hay otra forma de decirlo. Octobriana y los Vengadores soviéticos contra el capitalismo nuclear es aventura en estado puro, un auténtico canto a la serie B (qué gran película saldría de aquí), con una tremenda dosis de humor socarrón y una nada sutil crítica que es sencillamente deliciosa.

Es más, la mezcla de diferentes trazos y visiones a la hora de plasmar a este personaje en este tomo, solo enriquece el total y eso no siempre es sencillo. Todos conocemos más de uno y de dos libros o cómics realizados de forma coral que no terminan de encajar, falta el enlace covalente entre los autores, pero no es así en este caso. El maestro de ceremonias que es Fernando Llor logra unificar a todos los artistas presentes en las páginas, como un maestro de pista circense, para que vayan todos a una y logren los unos potenciar a los otros y, por encima de todo, llevar a Octobriana hasta lo más alto.

Desde cierto punto de vista, aunque con sus diferencias, este Octobriana y los Vengadores soviéticos contra el capitalismo nuclear me ha recordado a Gandhi: La Bestia Interior. Por un lado por su enfoque totalmente humorístico, con su buena dosis de sátira y crítica, además de por el uso de personajes históricos para sus propios fines. Todo ello, en ambos casos, a favor de una aventura pura y dura, salpicada de acción y de buen rollo.

No os engañaré, es muy posible que este cómic (por desgracia) pase bastante desapercibido entre las decenas de novedades de Marvel y DC que cada mes llenan las tiendas, pero si podéis haceros con él os prometo que pasaréis un rato estupendo entre risas, acción y un merecido ataque a la sociedad en la que vivimos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *