Parte de la muestra de la USAL. Créditos: USAL

Parte de la muestra de la USAL. Créditos: USAL

Entrevista a F.J. Panera Cuevas de la Universidad de Salamanca al respecto del uso de la Inteligencia Artificial.

La USAL (Universidad de Salamanca) está en el centro de la polémica por el uso de la Inteligencia Artificial como parte del proceso de realización de su muestra Sobre fondo azul. Una historia del cielo de Salamanca, hecho sobre el que hemos publicado un artículo que puedes leer aquí. Hemos hablado, vía e-mail, sobre ello con con F. Javier Panera Cuevas, Director del Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte de la Facultad de Geografía e Historia de la citada institución, quien no ha tenido problema en responder a las diferentes preguntas planteadas siempre que sus preguntas se reprodujeran de forma íntegra, deseo que por supuesto se ha respetado.

En el apartado Quiénes somos del Servicios de Actividades Culturales de la USAL puede leerse que una de sus funciones es «la promoción de la creación cultural», irónicamente el uso de la Inteligencia Artificial deja fuera al creador. ¿Cómo puede defenderse entonces el hecho de la creación cultural? ¿Creación cultural sin creador?

Esta pregunta tiene dos partes. En primer lugar, no pensamos que la IA deje fuera al creador. La IA es una simple herramienta, es un medio y no un fin, y creo que es importante dejar claro esto desde el principio, la IA no trabaja sola, no toma decisiones sola. Las aplicaciones de IA las pueden manejar creadores, investigadores, docentes, estudiantes… y les permiten explorar nuevos caminos creativos y divulgativos.

Y por supuesto, que, haciendo uso de herramientas de IA, se puede crear arte y despertar sensaciones y emociones al mismo nivel que cualquier otro soporte. (Ya hay estudios científicos sobre ello).

El desarrollo de las aplicaciones de IA está desafiando la creatividad y los límites de la expresión artística. Pero la realidad es que hay cientos de artistas, de todo el mundo, que la utilizan desde hace años. Puedo citarte varios que ya forman parte de las colecciones de importantes museos nacionales e internacionales: Refik Anadol, Jason Allen, Mario Klingemann, Jon Rafman, Obvius, Anna Carreras, Pedro Sandoval, Juanma Carrillo, Edgar Soberón…

El reparo que algunos artistas le ponen hoy a la IA, salvando las distancias, sería parecido al que, hace casi dos siglos, le pusieron a la cámara fotográfica. Hacia 1839, Daguerre y los pioneros de la fotografía se enfrentaron a algunos pintores, que cuestionaban el uso de la fotografía para hacer retratos o negaban el carácter artístico de la fotografía «porque todo lo hacía una máquina»… Podemos incluso, ir más atrás… cuando los amanuenses e iluminadores de los scriptorium monásticos medievales en el siglo XV intentaron, literalmente, demonizar el uso de la imprenta, por la forma en la que revolucionó la transmisión de conocimiento, que dejó de ser un monopolio de la iglesia…

Pero es que, además, en el caso de la exposición Sobre fondo azul. Una historia del Cielo de Salamanca estamos hablando de una muestra concebida como proyecto de innovación docente y transmisión de conocimiento. No es una exposición de “creación”, sino un proyecto didáctico pensado para explicar el Cielo de Salamanca a los estudiantes. Un proyecto, recalco, sin ánimo de lucro y con una modesta financiación, que ha tenido que revertir en su totalidad en el propio proyecto.

En las áreas de educación del Museo del Prado, del Louvre, o del MoMA de Nueva York, también se están utilizando aplicaciones de IA para explicar las obras de arte y estimular la creatividad de los niños que visitan el museo. Nosotros estamos justamente, haciendo lo mismo, con una obra, esto me parece importante recordarlo, que forma parte del patrimonio de la Universidad de Salamanca: La bóveda astrológica original, conocida como Cielo de Salamanca, pintada en el siglo XV por Fernando Gallego, (leitmotiv del cómic en cuestión) que, esto también es importante, se puede visitar (gratuitamente) en una estancia que está justo enfrente de la sala de exposiciones (a menos de veinte metros) en la que mostramos el proyecto coordinado por Eduardo Azofra.

¿Se intentó contactar con algún ilustrador para ver si era viable realizar el proyecto requerido?

En la web, ya se explica que en este proyecto desde su origen, hace casi un año, también se ha contado con la participación del artista, escultor, pintor e ilustrador Miguel Sobrino González, a quien se le han encargado 8/10 acuarelas, realizadas “artesanalmente” y con la técnica tradicional, como complemento al proyecto con IA. (De hecho, las estupendas acuarelas de Sobrino y las imágenes generadas con ayuda de IA generativa, se van intercalando en la exposición -son la introducción a cada capítulo del cómic).

Cartel de la muestra Sobre fondo azul. Créditos: USAL
Cartel de la muestra Sobre fondo azul. Créditos: USAL

En el texto explicativo de la exposición se infiere en varias ocasiones en la importancia de las palabras, ¿se ha usado también Inteligencia Artificial para realizarlas?

A lo mejor en este punto no hemos dado de modo adecuado la información cuando se presentó el proyecto. Por eso ahora quiero ser claro: La totalidad de los textos y diálogos de ese cómic son entera creación de las dos investigadoras implicadas en el proyecto, bajo la coordinación de Eduardo Azofra. Todas las situaciones, contextos históricos, arquitectónicos, vestuario, caracteres de personajes, incluso su fisonomía, etc, también han sido ideados y guionizados por este equipo.

Obviamente; el comic «no lo ha hecho una IA» sino investigadores y docentes de la USAL. La IA es una herramienta (una más) de las muchas utilizadas por los autores del proyecto para transformar todo el guion que ellos mismos redactaron y adaptaron al formato de historietas, para conseguir acercar a todo tipo de públicos (por eso se eligió el cómic como lenguaje…).

Los tres investigadores y el pintor ilustrador que colabora con el proyecto, han dedicado meses de trabajo e incontables horas de investigación para estudiar una de las obras pictóricas emblemáticas del patrimonio de la Universidad de Salamanca. Para poder materializar este cómic, los miembros del grupo han partido de un riguroso análisis de fuentes históricas, documentales (algunas inéditas) y bibliográficas, y han llevado a cabo una cuidada elaboración de los textos y diálogos que aparecen en el mismo. En este punto creo que tampoco se está teniendo en cuenta que el profesor Eduardo Azofra es uno de los mayores especialistas en España en la Historia, restauración y conservación de la pintura mural del Cielo de Salamanca.

En la rueda de prensa de presentación Azofra declaró expresamente: «hemos revisado los textos que se acercan al relato del Cielo desde finales del siglo XV hasta la actualidad, recopilando las voces de profesores, viajeros, cronistas, restauradores y expertos. De ellos sale la atribución de las pinturas a Fernando Gallego y basándonos en su explicación hemos mantenido tal designio”.

¿A qué se debe esta diferenciación entre la letra y la ilustración?

Han sido trabajos diferentes, aunque correlativos, como sabe cualquier persona que dibuje historietas. Insistimos, por si aún no ha quedado claro, en que las aplicaciones de Inteligencia artificial, de las que se pagó su correspondiente licencia, también han sido herramientas de intermediación a la hora de elaborar las imágenes (siempre bajo las instrucciones de ese equipo de investigadores) y los infinitos prompt con los que se daban instrucciones a la IA, para realizar el cómic, un larguísimo trabajo de horas y horas de recogida y contraste de datos e imágenes, que luego, también han sido, objeto de largos y laboriosos trabajos de postproducción, reelaboración y retoque, por parte de los miembros del equipo.

Lo que, nos da una gran pena en esta historia es que se está cuestionando un riguroso trabajo de investigación y el que los jóvenes investigadores universitarios utilicen nuevas tecnologías en la transmisión de conocimiento. Y eso nos parece grave. (Han estado casi un año trabajando en el proyecto). No se trata de investigadores haciéndose pasar por artistas, sino de formas de mejorar la docencia y la investigación…

¿Qué opinan del modo de funcionar de la Inteligencia Artificial? No crea nada, solo usa lo preexistente para dar forma, es decir, plagia usando el trabajo de otros sin su consentimiento.

No estoy de acuerdo con parte de tu afirmación. En primer lugar, inspirarse o tomar como referencia obras prexistentes de modo fragmentario (y convertir eso en algo diferente) no es plagio y la ley de propiedad intelectual es bastante clara en eso. La IA no crea nada, en efecto, la creación la hacen personas que pueden, o no, hacer uso de herramientas y programas de IA. (Pienso que estás tomando una parte por el todo en tu pregunta). La IA es un medio, no un fin.

¿El uso de la Inteligencia Artificial dentro de un acto organizado por la Universidad de Salamanca significa que esta apoya su uso?

Sobre esto no se puede generalizar. Nosotros apoyamos la investigación y la transferencia de conocimiento, haciendo uso legal de la IA, o sin IA, depende del tipo de investigación. Pero yo podría darle la vuelta a tu pregunta: ¿Si una aplicación de IA ayuda a que avance la investigación y la transferencia de conocimiento?, y se usa sin infringir los derechos de autor, ¿Debemos dejar de utilizarla? Si la IA me ayuda a encontrar una vacuna para curar el AIDS, ¿debo dejar de utilizarla porque no es “creativa”?

¿Qué sucederá en el caso de que los alumnos, o docentes e investigadores, usen la Inteligencia Artificial para sus trabajos?

Los alumnos, docentes e investigadores, de todo el mundo, ya utilizamos aplicaciones de IA, desde hace muchos años. La IA está ayudando a quienes investigan la curación del cáncer… pero también a quienes hacen análisis estadísticos… y por supuesto, a los que somos historiadores del arte…

Por ejemplo: En Londres, el Instituto Alan Turing acoge el programa PATH-AI, en colaboración con la Universidad de Edimburgo y el instituto de investigación japonés RIKEN. Para ello convocan residencias de artistas que permitan trasladar la información de las discusiones a la experiencia creativa. El resultado se puede ver en el canal online Channel11 donde aparecen todas las creaciones y el proceso de trabajo de los artistas que experimentan estas tecnologías. Y no es que quiera presumir, pero en la USAL, modestamente… tenemos esto: https://bisite.usal.es/es

Pero la IA no hace nada sola. Es una simple herramienta de intermediación, que facilita y puede hacer avanzar según qué tipo de trabajos, sean divulgativos o de investigación. Esta discusión ya se puso sobre la mesa hace años con la Wikipedia o con los buscadores de imágenes de Google. Nosotros a un alumno le exigimos que analice críticamente toda la información que recopila, tanto si la obtiene, legalmente, por IA, por Wikipedia, o por cualquier otro medio… pero que luego sea capaz de elaborar su propio punto de vista y sus propias aportaciones.

Muestra de la USAL. Créditos: USAL
Muestra de la USAL. Créditos: USAL

¿Consideran adecuado el uso de Inteligencia Artificial en estudios y muestras expositivas?

El uso de herramientas y programas de IA, por artistas, ha sido asumido por el sistema del arte contemporáneo desde hace años y se puede ver ya en museos de todo el mundo. Por ejemplo, El MoMA de Nueva York tiene en su colección obras que han hecho uso de programas de IA en su realización, como mínimo desde 2022, creo que la primera que adquirieron en este formato fue Unsupervised del artista Refik Anadol. Aparte de esto hay casas de subastas como Christie’s o Sotheby’s, que llevan, como mínimo desde 2018, comercializando y subastando trabajos de artistas realizados con ayuda de IA como el Colectivo Obvius (igual está bien que le eches una ojeada al manifiesto de este colectivo) pues suscribo bastantes de sus postulados.

En 2019 la célebre galería Barbican de Londres presentó la exposición de IA: More than Human, con más de 10 artistas que trabajaban con IA. La Feria de Arte de Colorado (EE. UU.) premió al artista Jason Allen por su obra Théâtre D’opéra Spatial creada haciendo uso del programa de IA Midjourney. La Feria Basel Miami y casa de subastas Durán, en Madrid, siguió la estela de Christie´s y en febrero de 2022 organizó una venta de arte digital con obras de Pedro Sandoval. Este último vendió la pieza Monalisa, Marilyn & Cheetah por 160.000 euros. En Alemania, la prestigiosa galería Sprüth Magers ha expuesto recientemente la obra del artista Jon Rafman creada íntegramente con IA y utilizando una app de su iPhone. Los ejemplos citados son la punta del iceberg…

Yo mismo, hace unos meses comisarié una exposición en el Museo de Salamanca bajo el título: La imagen promiscu@. Inteligencia Artificial vs. Inteligencia Emocional, en la cual se incluían obras de mis alumnos que, en parte de su proceso creativo, utilizaron herramientas de IA, en diálogo con obras hechas por otros medios. Y ahora mismo preparo otra exposición sobre el artista español, también director de cine y videoclips, Juanma Carrillo (recién fallecido) que ha desarrollado paralelamente entre 2021 y 2024 un excepcional trabajo haciendo uso de IA. Asumimos, en cualquier caso, el sano debate intelectual que va a a generar en los próximos años el uso de IA generativa en el campo de la investigación, la creación y la transmisión de conocimiento y por supuesto, en la leyes de propiedad intelectual, que en nuestro proyecto no han sido vulneradas en ningún caso.

Me dedico a la crítica de arte contemporáneo y huelga aclarar que hoy el concepto de “creación cultural” ya no significa enfrentarse al “mito de la página en blanco” (como en el Romanticismo). Desde la década de los 60 del siglo XX, los artistas conceptuales como Lewitt o Kosuth o iconoclastas como Warhol, dejaron bien claro que lo más importante en la práctica artística son las ideas. Y luego hay que buscar las técnicas más efectivas para materializarlas. Si dentro de cinco años volvemos a tener esta conversación estoy seguro de que hablaremos de la IA como “la nueva normalidad” tal y como defiende el artista Mario Klingemann.

Para terminar; amigo Doc, a nivel personal, debo decir que este tema me toca de lleno, porque soy un gran coleccionista y amante del cómic (e investigador sobre su historia) y respeto enormemente y conozco sobradamente todo el trabajo que hay detrás de la elaboración de una historieta. De hecho, la siguiente exposición que se mostrará desde finales de noviembre en la Sala de exposiciones, Patio de escuelas de la Universidad de Salamanca, también versa sobre la historia del cómic. Lleva por título: Vibraciones Underground. Vol. 2, y es la continuación de un proyecto que mostré con gran éxito en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona hace unos años, en el que se cuentan las relaciones entre cómic, arte contemporáneo y rock and roll desde 1965 hasta la actualidad.

Esa expo no será de Inteligencia Artificial; sino de más 300 portadas de discos diseñadas por autores de cómic de los cinco continentes y de decenas de cómics de temática musical, a través de los cuales se puede contar la historia de todos los géneros y subgéneros de la música popular desde los años 60 del siglo XX hasta hoy.

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