Cartel de La guerra de los Lulus, filme editado en DVD por Divisa
En ocasiones parece que las únicas películas que se basan en cómics son las que recrean a los superhéroes de las viñetas estadounidenses en la gran pantalla, o en las series de las diferentes plataformas, pero nada más lejos. Productos como La guerra de los Lulus también beben de esas fuentes, aunque su éxito sea más discreto y menos masivo pero es uno de las decenas y decenas de filmes que se inspiran en historias que antes han tenido su propia vida como tebeos.
En este caso la producción adapta la obra del mismo nombre (La guerre des Lulus), en España comercializada por Norma Editorial como La guerra de los huérfanos y en DVD la película por Divisa, creada por Hardoc y Régis Hautière mientras que su versión fílmica corre a cargo de Yan Samuell. Este lleva dos décadas en activo con títulos como La guerra de los botones, Nunca sin ti, Luna y la que posiblemente sea su obra más conocida Quiéreme si te atreves. En estos casos, y el resto de sus trabajos, firmando tanto el guion como la dirección con una preponderancia de los títulos protagonizados por infantes.
Niños y adultos en La guerra de los Lulus
En la parte actoral hay que mentar, si o sí, a los Lulus, los cinco muchachos (cuatro niños y una niña) cuyos nombres empiezan por Lu: Lucas, Ludwig, Luigi, Luce y Lucien. Interpretados por Tom Castaing, Léonard Fauquet, Mathys Gros, Palome Lebeaut y Loup Pinard, todos ellos en su primer papel, o de los primeros, lo que hace que su talento sea todavía más sorprendente y llamativo dado que logran con creces cumplir con su cometido. En todo momento dan la sensación de haberse criado juntos, de ser hermanos más allá de la ficción, y si bien todos aprueban con nota hay que decir que sobresalen especialmente Mathys Gros y Palome Lebeaut.
Por el lado de los adultos están Isabelle Carré (a la que sí o sí debes ver en Tímidos anónimos) como una encantadora aunque algo gruñona curandera local, Alex Lutz como el profesor Leutellier, además de Ahmed Sylla como Moussa y Luc Schiltz como un desertor alemán llamado Hans que se ganará el corazón de los pequeños (y de la audiencia). Posiblemente el nombre más conocido de toda la producción sea el de François Damiens que da vida al abad Turpin y que tiene un historial realmente extenso con películas como La delicadeza, Spirou o la muy aplaudida La familia Bélier (que tuvo su propio refrito en CODA: Los sonidos del silencio).
Tragedias y alegrías en la Primera Guerra Mundial
El filme no esquiva la situación histórica en la que se ambienta, la Primera Guerra Mundial está presente y es la desencadenante de toda la acción. No se pretende dulcificar el evento o hacerlo más digerible, pero a pesar de todo la historia cae sola como un vaso de agua fría en una calurosa tarde de verano. Los pequeños protagonistas en todo momento son divertidos, ingeniosos y adorables, pero también humanos con sus problemas y sus torpezas, todo bañado por los cambios de la edad y un mundo que está todavía por descubrir.
La guerra de los Lulus es a partes iguales un relato enternecedor sobre la amistad y el valor de la confianza como una narración sórdida y de corte realista sobre la guerra y los horrores de la misma, una mezcla que su director Yan Samuell logra hacer que funcione a la perfección teniendo como resultado una película que te calienta el corazón con momentos realmente tiernos. No es un mundo de fantasía, no suceden imposibles, no hay magia y tampoco hadas que solucionen problemas, lo que hay son personas que viven, sienten, padecen y se alegran mientras el conflicto bélico sume todo en las sombras.
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