Las series vienen y van, eso todos los sabemos. El éxito de hoy puede ser relegado al ostracismo mañana, no hay nada seguro y que en un momento un producto triunfe no asegura que tenga una continuidad o digamos ya un legado. Claro está que no todo es apreciado en su época, y Vincent van Gogh es el mejor ejemplo de ello, y hay cabeceras que cuando se estrenan pasan más desapercibidas o no logran conectar con la audiencia, algo que puede ser debido a un gran número de causas y motivos.
Si hablamos de Popular es bastante sencillo entender qué sucedió: se adelantó a su tiempo. Esta serie se estrenó en 1999 y tocaba temas, situaciones y propuestas que hoy en día son comunes pero que en aquel entonces solían pasarse por alto y más en una serie que se suponía era para adolescentes, se hablará de todo ello más adelante en otro artículo. Además la mezcla con un humor adulto que en ocasiones era negro o rozaba lo absurdo fue demasiado para el momento, aunque sí funcionó en Scrubs o en Boston Legal pero la audiencia objetivo tenía una edad diferente. Por suerte el tiempo la ha puesto en su lugar, una obra de culto que cuenta con sus admiradores y muchos defensores.
Popular: Un final sin cierre
Lo que no cuenta es con un final, no al uso o no ideado. Nada de eso, solo terminó y ya está. La serie fue una creación de Gina Matthews y Ryan Murphy, este años más tarde idearía el éxito que fue Glee en el que retoma más de un planteamiento y situación de Popular (en ocasiones de puede ver descrita a Popular como la pre Glee), y entre 1999 y 2001 narraron las historias de amistad, familia, dolor y superación de Brooke McQueen (Leslie Bibb) y Sam McPherson (Carly Pope), entre otros personajes. Todo apuntaba a que habría una tercera temporada, es cierto que la audiencia no terminaba de acompañar y que el presupuesto se redujo, pero la cancelación no parecía estar sobre la mesa.
O si lo estaba nadie avisó a los que estaban detrás de la producción, y vamos a entrar en el terreno del destripe así que si no la has visto y estás pensando en hacerlo no sigas leyendo. El último de los 43 episodios (titulado “Probl3mas”, “Promblems” en inglés) que conformaron ambas temporadas presentaba una trama en la que las dos protagonistas enamoradas del mismo chico, su compañero y amigo Harrison John (Christopher Gorham) le piden que elija entre ambas, mientras tanto la pareja formada por Josh Ford (Bryce Johnson) y Lili Esposito (Tamara Mello) sufre una gran crisis por su decisión de casarse e irse a vivir juntos siendo unos críos, se descubre que Mary Cherry (Leslie Grossman) tiene una hermana gemela…
Preguntas sin responder
Y entre dramas de unos y de otros Nicole Julian (Tammy Lynn Michaels), uno de los personajes más interesantes y complejos de la producción, llora borracha mientras conduce su coche justo para toparse con Brooke saliendo del restaurante sin que sepamos qué ha pasado entre esta, Sam y Harrison. Nicole la ve y no frena, sonríe, Brooke grita y se corta a negro en el instante en que se oye, pero no se ve, el coche chocar.
¿Contra quién choca? ¿Muere Brooke? ¿Corren Sam o Harrison a salvarla? ¿Nicole la ha atropellado o se ha estrellado? ¿Y Josh y Lily? Son solo algunas de las preguntas que dejó la serie en el aire, jamás hubo una tercera temporada, un regreso o un especial en el que se diera respuesta a alguna de estas incógnitas. Eso fue en 2001 y así seguimos, con el corazón encogido sin saber qué sucedió.
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