Joker. Doc dice que es un personaje «que tengo muy tomado por la mano». Tiene toda la razón. Llevo estudiando y repasando a fondo a este criminal desde hace tiempo de cara a un proyecto difícil de cerrar. Es comprensible pensar como me sentía de cara a ver esta cinta.
Nada más salir de verla, he hablado con mi hermano y unos amigos (costumbre ya tras cada pase) y no he usado los mismos argumentos para cada conversación. Estoy dando tantas vueltas sobre que decir que me he equivocado de metro al volver a casa. ¿Qué he visto? No se muy bien como definirlo.
El camino largo pero en retroceso
Partamos de una base importante: no es una mala película. Esto no puede negarse, pero también es evidente que no tiene el nivel de su predecesora. Ambas películas son la misma historia, con unos años de diferencia en su argumento, pero la sensación de estar leyendo el segundo número de una miniserie está muy presente.
La película vuelve a introducirnos en El show de Arthur Fleck, pero pierde un matiz muy importante: mientras que en la primera película no sabíamos que era real y que no, en este nuevo film es muy evidente en que momentos estamos dentro de la cabeza de Arthur. Esto es un paso atrás bastante notable.
Además, la gran cantidad de esos momentos están subrayados con los momentos musicales de la cinta. Ya sabíamos que la música sería parte importante de la película, pero en algunos momentos se queda en simples escenas «videocliperas» al servicio de sus protagonistas.
Que Lady Gaga es una cantante impresionante, buena actriz y toda una estrella, es algo que no hay ni que mencionar. Su puesta a punto para el papel le ha llevado incluso a grabar un álbum complementario: Harlequin (del que os dejaré un artículo en los próximos días). Es ella quien toma el (evidente) protagonismo de las escenas musicales mientras que Phoenix intenta seguir su ritmo sin quedar en mal lugar, todo sea dicho.
Ella presenta una entrega total a su papel presentando una nueva visión sobre la relación con Joker, algo que tiene su por qué.
Es el personaje de Arthur, y su intérprete, Joaquin Phoenix, el que sale peor parado. ¿A qué se debe?
Como dije al principio, ambas películas son la misma historia pero con unos años de diferencia. Cabría esperar algún cambio en el personaje de Arthur, pero no es así. Y este es el gran problema de la película.
Toda la cinta da vueltas en torno a «¿Qué es Joker?» Algo que ni siquiera Arthur tiene claro, lo que es el gran dilema. Y el actor parece más perdido que su personaje a la hora de avanzar en la trama. Esto, junto a las escenas musicales en exceso, añade metraje a la película y da una sensación de lentitud general, lo que juega en contra de su resultado.
Hay que tener en cuenta que hay muchas cosas positivas en la película, destacando la primera escena de la película que, con un humor y estilo muy peculiar, resume todo lo sucedido en el primer filme y presenta el nudo argumental de la película. Escenas así hubieran dado otra vida a este universo.
Es cierto que todo lo que he comentado son los pensamientos alborotados y frescos de ver por primera vez el filme, sabiendo que lo veré muchísimas veces más y quizá entienda mejor la manera de contar esta historia, que decide atravesar el camino por la vía farragosa…
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