El Doctor Gato y un holograma de Frost, perrito de aventuras

El Doctor Gato y un holograma de Frost, perrito de aventuras

Sigue la historia de Frost, perrito de aventuras.

El tiempo pasó y el genio científico dijo que todo estaba listo. – Solo con bajar esta palanca ya estaría- Se giró y vio que todos le miraban, la tensión se podía cortar con un cuchillo. Estaba acostumbrado, cuando uno es un científico loco tiene más de un momento así – Levantó el brazo y bajó la palanca. El planeta pareció cobrar vida, por todas partes volvían a crecer los ríos, a nacer los árboles, las plantas eran más bellas que nunca, los animales regresaban… – Magia, la ciencia es magia – dijo el Doctor Gato con una enorme sonrisa en su rostro.

Por todo el planeta había gritos y bailes de celebración, se lanzaban bengalas y fuegos artificiales. Los novios se besaron, los enemigos se abrazaron, las distintas culturas celebraron unidas como si fueran una misma. La vida había vuelto, la alegría había vuelto. El desierto seguía existiendo, claro que sí, Gato había tenido cuidado regulando bien su artefacto de terraformación para que así fuera, nadie quería que los gusanos y los babuinos de quedaran sin su casa.

-Bueno – dijo Gato girándose -, ¿qué te parece, Frost? – pero no estaba ahí – ¿Frost? ¿Alguien sabe dónde está? – preguntó pero nadie parecía saberlo. – Je- se rió, cerró los ojos y volvió a abrirlos mirando hacia el cielo. ¿Dónde iba a estar Frost, perrito de aventuras? En las estrellas, en su hogar, en su casa, en el espacio. – Pásalo bien, amigo. – Susurró sin que nadie pudiera oírle – Volveremos a vernos, pero todavía no. Todavía no –

Esa noche los babuinos organizaron una gran fiesta y todos parecían estar invitados. Gato charló y se divirtió, tomó notas sobre el extraño magnetismo de las nubes, sobre los gusanos, los gigantes… Los gigantes cantaron canciones de su planeta que eran a la vez tristes y alegres. Los gusanos surcaron las dunas e hicieron sorprendentes dibujos que solo ellos parecían entender. Los beduinos se sentaron entorno al fuego y contaron historia sobre el forastero que no era un forastero y que había acudido en su ayuda, historias que se volverían cuentos con el paso de los años y cuentos que se volverían leyendas con el transcurrir de las generaciones.

Fin del capítulo 7, parte 3. Frost, perrito de aventuras: Los gargantúas del mañana (El regreso del verde). Esta historia continuará.

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