
Kim durante la entrevista. Créditos: docpastor.com - Amamos la Cultura Pop
Kim es uno de los autores más queridos y reverenciados de El Jueves. Ya estaba ahí cuando se fundó y su personaje de Martínez el facha es uno de los primeros en nacer, lo ha tratado por décadas pero en su obra hay mucho más. Un antes y un después fue su colaboración con Antonio Altarriba en El arte de volar y El ala rota, además de una novela gráfica basada en su propia vida titulada Nieve en los bolsillos.
El dibujante acudió a Zaragoza dentro del ciclo Marzo de cómic que organizan la Fundación Caja Rural de Aragón, junto a la tienda local Mil Cómics y GP Ediciones, estos últimos facilitaron que pudiéramos hacer la entrevista que leerás a continuación.
Debido a lo extenso de la misma se dividirá en dos partes, esta es la segunda. Aquí puedes leer la primera.
Entrevista a Kim, creador de Martínez el facha
Martínez el facha es tu personaje más conocido, tu obra más conocida, ha estado en activo desde la fundación de El Jueves.
Fue un personaje que nadie quiso. Querían hacer un tebeo tipo Bruguera con personajes fijos cada semana, pues la puta, el cura, el progre y el facha pero en aquella época el facha aún… habían puesto una bomba en El Papus y hacer broma de esto no era tan fácil. Nadie lo quiso. Yo fui el último a ir al Jueves, estaba de viaje, creo, no sé. Volví y fui y me dijeron, “Bueno, te ha quedado un personaje para ti, el mejor” y digo, “¿El mejor? ¿Cuál?” “Un facha”, “Pero joder, un facha es… no sé, para hacer guiones…” “Ya te ayudaremos, no te preocupes”. Era el Romeu (Carlos Romeu), el pobre ya está con el Santísimo.
Eran muy cachondos. Sí, me ayudaron, en el primer cómic me ayudaron, la primera página que hice, la segunda ya estaba uno por ahí, otro por ahí, y entonces ya vi que lo tenía que hacer yo. Pero yo nunca he sido guionista de humor, entonces tenía que meter mucha historia. Yo veía a ese guionista Azcona (Rafael Azcona) o a Berlanga (Luis García Berlanga) y decía, “Hostia, tengo que meter, como él, muchos diálogos detrás”, y la gente la pillaba por ahí.
Al final yo acababa siempre como los cómics de Bruguera, que todo les salía mal, persiguiéndolos o cayéndose de culo. Entonces un día me lo dijo no sé quién de El Jueves “¿Te has dado cuenta que el único de El Jueves que mantiene el final Bruguera eres tú?”. Lo miré y es verdad era el único que tenía ese gag final siempre, lo he mantenido hasta ahora.
¿Por qué crees que sigue gustando tanto este personaje? Ha cambiado mucho el mundo, la sociedad, el propio personaje…
Sí, sí. Bueno, mira, me encuentro gente, bueno, que se vuelve loca. “Tú eres… Madre mía, lo que me he reído yo y tal y cual”, y yo metía unos rollos en los primeros, una cantidad de texto, unas animaladas… Sí, la verdad es que funcionaba. Era de los personajes que se leía primero, el Makinavaja, el facha, Oscar, la gente tenía sus predilecciones.
Pero curiosamente nunca te has lanzado a hacer un álbum largo.
Sí, yo siempre lo hice para El Jueves. Sí, hubiera podido hacer un libro, lo que pasa es que se vendían muy bien y bueno, ya era suficiente con eso.
¿No te gustaría hacer una historia más larga, más en formato novela gráfica?
No, pero algún proyecto de hacer una película… Hubo varios, como cinco o seis veces. Me llamaban totalmente en serio, “Tú haz la escaleta del guion, buscamos guionistas de cine que lo acaben bien. Tú haz la base y lo presentamos”. Lo presentaban y de golpe habías quedado para que llamaran la semana siguiente y no llamaban… pasó otra semana, no llamaron, y así…
Esto me ha pasado cinco veces y es así, o sea no te llaman. No te dicen que al final no lo harán porque ha salido otra cosa, no, nada. Una vez me encontré uno de estos tíos y le dije que por lo menos podían haber llamado y decirme algo, “Ah, sí, pero tú no sabes lo que es el mundo del cine es que vamos de puto culo. Entonces sale otro proyecto que te llaman, vas y te lanzas y ya no te acuerdas de nada”. Y sí claro, lo entiendo, sí que lo entiendo.
Aunque Martínez el facha sí que ha tenido una miniserie web que se hacía en el Youtube de El Jueves
Sí, era divertido. Fue una prueba que no sé dónde salió, la verdad, ni me acuerdo. Pero hace tiempo de esto.
¿Y ahora? ¿Te gustaría que se hiciera una película? Ahora que la gente parece que en cine sí responde al tema del cómic.
Pero ahora ya mucha gente joven que no lo conoce.
Tampoco Superlópez y se hizo una película que funcionó bastante bien.
Bueno, yo ya la verdad es que me olvidado de ello. Con Santiago Segura que es amigo que venía por El Jueves… Le ayudamos con la primera película, le pusimos publicidad gratis porque el tío estaba muy acojonado, decía “Me pueden meter en la cárcel, es que no sé, estoy acojonado” y cuando la vimos nos quedamos de piedra, ¿no? A mí me encantó, la primera parte me encantó, porque es tan bestia y tan… Y si, una cosa así, con Santiago Segura, una cosa así para el facha hubiera podido funcionar. Porque tenía que ser muy bestia, pero bueno, él nunca me preguntó para hacer Martínez el facha. Creo que ahora ya ha pasado el momento.

De Martínez el facha pasamos a Nieve en los bolsillos, muy distinto, muy personal, ¿qué te llevó a hacer esta historia?
Hice lo de Antonio Altarriba (El arte de volar y El ala rota) y él tenía un proyecto de tres libros con Keko. Me dijo, “Hombre, he pensado con Keiko”, que el tío lo estaba pasando muy mal, es un tío que es muy bueno, pero nadie lo conocía, es que no lo conocían casi. Y entonces Antonio dijo, “Me gustaría trabajar con él y tal. Y yo le dije que pensaba que era una buena idea.
Entonces, claro, yo me había acostumbrado ya a estar dibujando. En El jueves ya había mucho menos trabajo. Entró mucha gente joven, ellos hacían las portadas, hacían los posters. Y yo me quedaba un poco… Y empecé a hacer esto de casualidad, porque mira, en Angoulême conocí a un alemán, precisamente, que yo le dije, “Yo estuve en Alemania un año”, me dijo, “¿dónde, dónde?”, le comenté y me dijo, “Pero si es un sitio horrible, un sitio industrial que siempre está nevando. No hay el sol, no se ve nunca el sol de la de la polución que hay”. Le expliqué que fui a trabajar, que tenía que hacer el servicio militar y entonces él me dijo que de eso tenía que hacer una novela gráfica. Pensé que no le iba a interesar a nadie pero me dijo que a los alemanes les encantaría una cosa así. La cuestión es que el tío me insistió muchísimo. Y me dije que ni pensarlo, meterme a hacer una novela gráfica así…
Y cuando llego a Barcelona, de Angoulême, me llaman de El jueves, que había llamado un tío preguntando si yo era el Kim que estaba en los años 60 en Alemania. Esto era en los 2000, hacía como 50 años, “¿Y cómo se llamaba?” “Emilio No sé qué” que era un tío que era amigo mío.
Que sale en el cómic, ¿no?
Sí. Su padre era militar. Este me llama y dice, “Estaba seguro que eras tú pero no me atrevía a llamar y han pasado los años y nunca y al final el otro día digo, ¿Sabes qué? Voy a llamar” se lo dije a mi mujer, llamó y le dicen que sí, que creían que estuve en Alemania. Lo llamé enseguida y claro, que en una semana me salga un tío que me insiste que haga el guion este y encontrarme con uno de allí…
Era una señal pura y dura.
Sí, pensé que igual era una señal para que hiciera el libro. Tenía blocs de dibujo, no tenía nada escrito de la época. Bueno, empecé a sacar, a tirar del hilo. Yo no me acordaba de nada, y es increíble porque fue saliendo todo. Poco a poco me fui acordando de las cosas, que esto es la única experiencia que he tenido de hacer algo así y es increíble porque vas recordando las cosas que ya habías olvidado totalmente.
Yo no hago guion, lo hago sobre la marcha, voy haciendo tres, cuatro páginas, dibujo, hago lápiz y voy haciendo. Y cuando llevaba ya 50 páginas digo, “Bueno, si tengo que llegar a 100 páginas con lo mío no llego, ¿qué más cuento ya?, estoy contando la vida en la sala esa del arte”. Todo es verdad. Yo era un crío no sé cómo lo hice, bueno con los trastos que saqué de la habitación. Todo esto es verdad. Era alucinante.
Había un tío que yo le escribía las cartas y pensé que podría explicar la historia de este señor. Porque me dio tanta pena. Y expliqué la historia. Le puse un poco de sal, eso de la hija preñada y tal. Bueno, pues esto, le había pasado algo en el cortijo que yo no me llegué a enterar de qué era, hice la historia esta y funcionó. Se lo di a leer a algún amigo, y todos me dijeron, “Esto es cojonudo, esto va muy bien, tú podrías poner más”. Pues mira, pues voy a poner más. Creo que el éxito del libro fueron estas historias, porque son todas reales, la del chico ese gay, todo esto me lo contó él, yo lo arreglé un poco. Cuando escribes una cosa, tú lo vas arreglando, claro, y bueno, el libro fue muy bien.
Lo mejor es que últimamente me están llamando de Alemania, de universidades, siempre hay un profesor lee español, que ha leído el libro este. Me han llamado de Estrasburgo, “Quiero que vengas aquí porque los españoles que se quedaron tienen hijos, se quedaron muy pocos pero muchos se casaron con una alemana”. Tienen hijos que llevan a la universidad y de todos estos hijos hablan español y me dice,” Cuando les hablé de que había un tío que había vivido aquí y que había… Todo el mundo ha dicho que te quiere conocer”. Bueno, y fue un éxito de público, había 100 personas ahí, alemanes y españoles, ¿no? Entonces me llevaron a ver todos los sitios donde yo había estado.
Aunque el sitio donde estuve ya no existe. Fuimos al lugar donde estaba, con la dirección, con el GPS, buscando, y un vecino salió y nos dice, “Hace 30 años que lo tiraron y se construyeron casas pequeñas”. Así que claro, no lo encontramos.
Vamos, un viaje por el pasado maravilloso.
Sí, claro, para mí fue fantástico. Y luego, bueno, varios sitios he ido. Y es un libro que se mantiene y se va vendiendo.
Creo que lo dejamos aquí, que empieza a llegar gente para tu charla. Muchas gracias por tu tiempo, Kim.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012