El local es la historia de cuatro amigos y una afición común: tocar juntos.

Puedo deciros muchas cosas sobre El local, pero creo que la más importante es esta: trata sobre la vida.

O más bien es que es vida en estado puro. Es vida, es amistad, es cambio, es discusión, es aprendizaje, es la adolescencia y todo lo que esta conlleva. Un momento de crecimiento personal, de exploración, de búsqueda para saber quiénes somos, para alejarnos de los demás pero intentando además seguir siendo parte de los demás.

La adolescencia es una época compleja, un momento vital necesario que no siempre es de buen gusto revisitar, está marcada por el cambio y por los recuerdos que esta deja. Y sin duda los amigos que tuvimos en ese momento nos marcan para siempre, en ocasiones los conservamos pasadas las décadas y en otras no, pero lo que importa es que estuvieron en ese momento.

En El local los cuatro amigos protagonistas lo son a partes iguales, con actitudes en las que es fácil vernos reflejados, o más bien ver a nuestro yo de quince años. Con sus dudas, miedos, actos de rebeldía institucionalizada y ese querer ser siempre más cool de lo que en realidad éramos.

Pero si hablamos de protagonistas también debe mentarse al local en sí, el quinto miembro del cuarteto y sin el que nada de esta historia sería posible. Es un regalo, temporal como bien explican, del padre de uno de ellos y seguirán pudiendo usarlo siempre y cuando no monten jaleo.

Y por supuesto lo pierden, sus actos tienen consecuencias y deben enfrentarse a ellas, un primer paso simbólico hacia el mundo adulto y la madurez. Seguido con cierta rapidez con la decisión de seguir tocando juntos, de empezar de nuevo pero mantener su amistad aunque la propia historia y sus decisiones vitales ya apunten que muy posiblemente estén en los últimos coletazos de la misma.

El local es un tomo sin pretensiones que tan solo pretende narrar una historia, una historia sencilla y cercana, casi intimista y con cierto costumbrismo realizada por Gipi. Es la sencilla, que no simple, historia de cuatro amigos y una afición común: tocar juntos.

La música sigue sonando. Al menos durante una canción más.

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