Leonardo DiCaprio en El lobo de Wall Street
Cuando en 2013 El lobo de Wall Street llegó a las pantallas se convirtió en un tremendo éxito. Esto vino dado por el talento de un Leonardo DiCaprio en el que posiblemente sea el mejor papel de su carrera (aunque verle como Howard Hughes fue increíble) unido al buen hacer de Martin Scorsese, todo ello apoyado en una historia tan pasada de rosca como real. No en vano es la vida real del agente de bolsa y estafador Jordan Belfort, quien fue apodado como el título del filme en un artículo periodístico por sus métodos y su nula ética.
Pero hay vida antes de esta película. Si viajamos hasta el año 2000, un año bastante rico en lo que se refiere al cine, se puede hablar de El informador o Boiler Room en su país de origen. Esta producción tiene bastantes puntos en común con El lobo de Wall Street, llegando incluso a considerarse una versión previa de esta con el propio Jordan Belfort habiendo comentado en el pasado que se basa de forma vaga en su éxito y su vida.
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El director es Ben Younger, responsable también de Sacrificio de leyenda y Secretos compartidos (Prime), que firma aquí su primera película en la que presenta una trama de engaños, corrupción, dudosa ética y problemas legales que ciertamente recuerdan a los vividos en Stratton Oakmont (empresa fundada por el citado Jordan Belfort y Danny Porush en el año 1988). El protagonista en este caso es Giovanni Ribisi, un buen y reputado actor que en aquel momento era ya conocido por Salvar al soldado Ryan y Las vírgenes suicidas, que comparte escenas con Vin Diesel, Nia Long y Scott Caan e incluso Ben Affleck aunque sea de forma bastante breve.
Sea cierto o no que ambas propuestas se basan en la misma de origen, o no dado que hay bastantes artículos y filmes al respecto de la locura de Wall Street y sus agentes de bolsa, es algo que queda abierto a debate aunque las coincidencias y puntos a favor de esta teoría están ahí. Sea de la forma que sea ambos títulos son totalmente recomendables, casi parecen conformar parte de un binomio pensado de antelación o que una fue la primera versión y la otra la que se pudo hacer cuando se contó con el presupuesto adecuado (como El mariachi y Desperado o Terminator y Terminator 2: El juicio final).
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