Portada de Donald y el viento del sur
Puede que uno no haya leído Lo que el viento se llevó o que tampoco haya visto su película pero sin duda es muy poco probable que no sepa que existe, y seguro que aunque sea de pasada se conoce algún hecho relacionado con este título. Aunque solo sea que Vivien Leigh y Clark Gable fueron los protagonistas de su larga adaptación a cine (casi cuatro horas de duración), en la que dieron vida de forma inolvidable a Rhett Butler y Scarlet O´Hara junto a otros tantos actores y personajes como Georges Reeves (futuro y trágico Superman) o Ann Rutherford (la inolvidable Polly Benedict de las comedias de la MGM).
Ellos dejaron el listón muy alto pero Donald y Daisy lo igualan, mejoran y superan con maestría, habilidad y mucho humor en Donald y el viento del sur. Esta es una adaptación de corte cómico de la mítica obra literaria y cinematográfica en la que los talentos de Guido Martina y Giovan Battista Carpi crean, una vez más, un título maravilloso que debe estar en las bibliotecas de todos los amantes de los patos de Disney.
Una larga tradición
Hay una larga tradición de clásicos literarios adaptados en formato Disney con más o menos acierto pero algunos son auténticas joyas como este o, por citar otros (guiado totalmente por mi gusto personal), El doctor Infausto, Donald y los tres mosqueteros o Donald y Daisy en los novios que son parte de una lista realmente extensa y muy ecléctica. Aunque hay que reconocer que en Donald y el viento del sur se encuentra uno de sus mayores exponentes y esto es debido a que los dos creadores estaban en uno de mejores momentos, con una sinergia fabulosa y una relación profesional excelente que hace que las páginas y la trama sean una maravilla.
Una maravilla de principio a fin, no hay puntada sin hilo, no hay tropiezos, no hay personaje que no tenga su oportunidad de brillar, es un trabajo excelente desde cualquier punto de vista. En los últimos años, décadas más bien, ha sido complicado seguir la pista a estas y otras aventuras para los lectores españoles pero puede decirse que la sequía ha llegado a su fin gracias a la labor de recuperación que está haciendo Panini, la única crítica es que por el momento la editorial se está centrado más en una tarea arqueológica con materiales añejos y sería de agradecer también la llegada de títulos recientes (algo que, es más que presumible, sucederá más pronto que tarde).
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