Tras años de espera, los cómics de Doctor Who han llegado (por fin) a España.

En los últimos años se han escrito un buen número de artículos alabando el fenómeno transmedia, y la forma en que ha hecho que gracias a él las series y películas sean vistas de otra forma por el espectador. Y es cierto, pero no del todo. La parte que no lo es es la de situarlo como algo reciente cuando en realidad de reciente tiene poco, algo que cualquier fan de Star Wars o de Star Trek podría explicar a cualquiera que quiera escuchar.

Podría mentarse todo el universo expandido de Star Wars, que de hecho comenzó ya con algunas de las líneas de juguetes de Kenner tras el estreno de la trilogía original, y también las diferentes historias que en Star Trek han ido ampliando su ya amplio universo audiovisual. Solo dos ejemplos a través de dos franquicias que son, sin duda (o eso espero), conocidas por todo el mundo.

No son las únicas claro y otra que debería estar en el mismo lugar por tiempo y extenso material es Doctor Who. Una serie que empezó en 1963 y que tras tantas décadas de vida, con algún parón, sigue cosechando seguidores con cada nueva temporada. Podría extenderme durante páginas y páginas intentando explicar el motivo de todo esto, pero creo que lo escrito en los libros Doctor Who: El loco de la cabina y Doctor Who, el loco de la cabina: The Golden Years es más que suficiente.

Lo que sí hay que decir es que uno de los puntos fuertes de todo el whoverso son los cómics y más en la última década ha habido un aumento en el interés de la producción televisiva, al igual que en el propio medio viñetil (esto último muy seguramente haya que agradecérselo a Marvel Studios). Pero igual que pasa con otros tantos productos, en nuestro país el que quería hacerse con ellos debía pedirlos de importación o acudir a alguna de las librerías que los traían directamente desde Inglaterra; hasta ahora, ya que gracias a la editorial Fandogamia los seguidores de Doctor Who estamos de suerte y por fin podremos leer en nuestro propio idioma sus aventuras (tenéis esta entrevista al respecto para más información).

La primera parada es el tomo Doctor Who: Revoluciones de terror que recoge los primeros cinco números protagonizados por el décimo Doctor, que en televisión fue David Tennant y que en esta ocasión vive dos aventuras muy distintas entre ellas; pero que tienen todo el sabor característico que esperan los aficionados. De ello se ha ocupado Nick Abadzis, que centra la primera historia en la Tierra con la habitual llegada de malvados seres que quieren hacer el mal y en la segunda hace lo único posible: salir al espacio para mostrar que a bordo de la TARDIS todo es posible.

El guionista, que ocasionalmente ha trabajado también para Marvel y DC, se muestra buen conocedor de la mitología del personaje, lo que deja entrever en pequeños flashes y detalles que dejan claro que tiene en mente mucho más de las cartas que acaba de enseñar. Pero también hace lo propio al dotar al Doctor de una nueva companion llamada Gabby, que en cierta forma recuerda a lo que fue Rose en su momento: la guía que necesita el espectador/lector para reencontrarse con este personaje.

Y para dar vida a todo esto está Elena Casagrande, a la que quizá más de uno conozca por el cómic Star Trek: Las reflexiones de Spock, que lanzó hace años Drakul Ediciones en nuestro país. La ilustradora realiza un trabajo muy detallado y de corte realista en el que es imposible no ver de forma clara a David Tennant en cada viñeta, al igual que logra captar a la perfección el interior de la TARDIS haciendo que de nuevo soñemos con montarnos en ella para viajar a mundos increíbles.

La mezcla de ambos profesionales destila ingenio y química, satisfaciendo las ansias de todos los que esperamos que llegue el momento de ver a Jodie Whittaker interprentado al Señor del Tiempo favorito de todos (o casi, el mío es el Master). Estas páginas dan lo que prometen, aventuras, viajes en el tiempo y en el espacio, diversión y esa constante sensación de esperar lo inesperado.

No pueden cerrarse estas líneas sin elogiar la estupenda portada de Alice X. Zhang, quien ya ha puesto su talento al servicio de otras encarnaciones del Doctor y de diferentes visiones del mundo audiovisual. Si no la conocéis, os recomiendo entrar ya mismo a su web http://www.alicexz.com

Un amigo me dijo que Doctor Who: Revoluciones de terror es “un cómic alimenticio”, refiriéndose a que no aporta mucho a la mitología existente y que no es más que un puro entretenimiento. Tiene parte de razón, pero eso no es en absoluto algo malo, es un tebeo pensado para los que ya son de la casa y como tal se presenta, de igual forma su única intención es divertir y lo consigue. Os recomiendo a todos alimentaros con él.

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