Que soy un fiel lector de Terry Pratchett es un hecho conocido, o más que fiel lector el término podría ser “soy un adicto”. Sus letras, su humor, su crítica social y esa capacidad para dar una vuelta de tuerca a los pequeños (y grandes) detalles de nuestro mundo. Pero la capacidad del genio se ve en dejar de lado su camino habitual, el poder hacer algo distinto y además destacar en ello, precisamente lo que él ha demostrado cuando se lanzó a escribir novelas de corte juvenil.
Una maravilla.
Tiffany Dolorido es una bruja, aunque no desde hace mucho ya que ni siquiera es mayor de edad, pero cuando su mentora falleció recayó sobre ella el cuidar de sus vecinos. Aunque claro, en un lugar tan increíble como Mundodisco es evidente que no solo será eso, además tendrá extrañas batallas con fuerzas de la naturaleza y además, lo más importante de todo, aprender a ser una mujer y no solo el gorro puntiagudo que tanto la señala.
Pero si hemos visto cómo ha ido creciendo, desde que era una niña en el muy divertido “The Wee Free Men”, ahora es el momento de hacerse mayor; es ese paso en el que ya no es la cría de antaño, pero tampoco la madura hechicera que podría ser (y de hecho será), claro que ella lo única que sabe es que algo no encaja y sus habituales problemas de su día a día tampoco la dejan tiempo para pensar.
En “I Shall Wear Midnight” todo esto sucede, y bastante más. Pero además es la muestra de una novela juvenil bien hecha, que se aprovecha de los tópicos en su propio favor para llevarlos un paso más allá y hacer con ellos una revisión interesante de algo bien conocido por todos.
Las comparativas son odiosas, eso se ha dicho siempre, pero me ha sido imposible no pensar en “Crepúsculo” mientras leía. En bastantes puntos comparten ideas, ya que a fin de cuentas no deja de ser un relato protagonizado por una joven que no encaja, que empieza a encontrarse con el amor y cuyo mundo se tambalea mientras entra en uno más extraño, la diferencia básica es que si uno es un producto palomitero (y disculpad la referencia cinematográfica) el escrito por Pratchett presenta una profundidad argumental (amén de las lecturas entre líneas que siempre tiene) que son sencillamente imposibles de encontrar en ese destrozo del vampiro romántico.
“Cuando sea mayor vestiré de medianoche” – Tiffany Dolorido
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