Cuando Madame Web fue la esposa de Stan Lee

La nueva aventura del universo arácnido de Sony llega a los cines (puedes leer aquí la crítica) con el protagonismo de Dakota Johnson y la intención de seguir explorando ese mundo lejos de Marvel Studios, aunque también vinculado al mismo. Esto empezó con Venom, siguió adelante con Morbius y todavía está por llegar Kraven, una narrativa que, más o menos afortunada, se va construyendo poco a poco a través de la mitología de uno de los superhéroes más conocidos del mundo.

Pero hay que decir que esta no es la primera vez, ni la primera actriz, que da vida a Madame Web, nada de eso. Hay que trasladarse hasta el año 1996 hasta la popular serie de animación de Spiderman de, principalmente, el guionista John Semper. La misma llevaba dos años de exitosa emisión cuando hizo aparición la misteriosa Madame Web, un personaje de corte místico que parecía tener sus propios planes para el joven y a la que ponía voz Joan Lee, la esposa de Stan Lee quien fue el creador del trepamuros junto a Steve Ditko.

Una serie inolvidable

A finales del siglo XX fueron varias las producciones de animación basadas en personajes de Marvel Comics que llegaron a la pantalla, desde Iron Man y El increíble Hulk pasando por Los 4 Fantásticos y X-Men (¿Sabes que entrevistamos al actor de voz original de Lobezno?) pero de todas ellas la que gozó de más éxito, repercusión y mejores críticas fue la protagonizada por Spiderman. Esto fue tanto por su cuidada animación, incluyendo el uso de gráficos realizados por ordenador para sus paseos por la ciudad, como por unos guiones muy cuidados y un buen reparto que contó con voces de la talla de Edwar Asner, Majel Barret, Hank Azaria o el mismísimo Mark Hamill. Y, como se ha comentado, Joan Lee como Madame Web, entre otros tantos.

Esta producción además homenajeó a Nicholas Hammond, protagonista del Spiderman televisivo de 1977, al crear a Peter Parker a su imagen y semejanza pero también fue una fuerte influencia para Sony y Sam Raimi a la hora de llevar al héroe al cine. Esto no es algo que pueda ocultarse, a lo largo de la trilogía firmada por el creador de Posesión infernal, con detalles argumentales que beben directamente de la producción de dibujos animados.

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