Durante años no resultaba fácil encontrar figuras de acción de superhéroes, al menos si uno piensa en Marvel Comics. DC había tenido su larga colección de Super Powers mano a mano con Kenner y sustentada además por la serie de dibujos de Hanna-Barbera y aunque las Secret Wars de 1984 nacieron en teoría como réplica con apoyo del cómic no puede decirse que Mattel tuviera a estos muñecos en mucha estima. Siempre fue una línea muy secundaria, que si bien es icónica y tiene encanto tampoco se comercializó mucho tiempo.
Y entonces todo cambió. En 1990 la compañía Toy Biz lanzó una cabecera llamada Marvel Superheroes con una primera ola con personajes muy diversos, desde el Capitán América al Castigador pasando por el Doctor Muerte y el Doctor Octopus. Algo había empezado a cambiar y lo haría todavía más cuando en 1991 llegaran a las tiendas las primeras figuras de X-Men, cuya serie catódica todavía no se había estrenado pero lo haría en breve.
Así en ese año las jugueteras recibieron a Lobezno, Tormenta, Arcangel, Rondador Nocturno, Cíclope, Coloso, Juggernaut, Magneto y Apocalipsis. Un total de nueve personajes de una lista que iba a crecer mucho en siguientes años, así fue con el aterrizaje en 1992 de su cabecera animada y una segunda línea de muñecos con diseños mejorados (gracias a la implicación de la propia Marvel), accesorios y un acabado que todavía hoy sigue llamando la atención.
Un acuerdo muy satisfactorio
Todo fue fruto del acuerdo alcanzado entre Marvel Comics y Toy Biz por el que esta tenía los derechos de sus personajes a perpetuidad, algo que hizo crecer a la juguetera y popularizó a los héroes de Marvel. Este un hecho que solo fue a más por el éxito de las series de televisión de Spiderman y de los mentados X-Men que llegaron a compartir un cruce afirmando así que sucedían en el mismo universo, algo que era más o menos asumido pero desde ese momento canónico.
El acierto en todo esto no fue solo el preparar muñecos y más muñecos, también el hacerlo con una medición perfecta de tiempos para que según salían en televisión tuvieran su réplica en plástico. Así si un niño veía en su casa al Doctor Extraño o a Nick Furia podía ir a la juguetería a por ellos y ampliar así su colección. Si estaban, claro, la distribución entonces era más caótica de lo que es hoy en día, pero ese es un tema diferente.
Una línea en constante crecimiento
La línea de figuras de acción y juguetes varios de los X-Men creció y creció hasta límites que nadie podría haber supuesto en el momento de su inicio, se extendió prácticamente por una década con líneas como La era de Apocalipsis, los Monsters Armor (a los que podías convertir en monstruos) o una dedicada a la Tierra Salvaje con los míticos Ka-Zar y Zabú, el tigre dientes de sable. Además del gran hito mutante de aquellos años que fue la llegada de Onslaught, algo que nunca llegó a verse en televisión pero que sí tuvo su réplica en las figuras de acción.
Por supuesto en muchas ocasiones, como ya hacía Mattel (y hoy muchas jugueteras siguen haciendo) los moldes se reusaban una y otra vez. Se cambiaban los colores, los accesorios, una cabeza va y otra viene y así la colección podía seguir creciendo a la vez que los costes no se disparaban. Si bien esta es una técnica usual no siempre sale bien, en ocasiones a poco que se fije uno puede ver el apaño por aquí y por allá, con algunas figuras en concreto que llegan a dar cierta vergüenza.
Los años noventa vieron nacer dos de las series más icónicas de la televisión de Marvel, X-Men y Spiderman (además de otras de sus personajes que gozaron de menos fama), además de estrenarse la increíble Batman: La serie animada que también gozó con su buena apuesta en pequeñas figuras de plástico. Si los años 60 son el germen de la Cultura Pop y el fandom según lo entendemos hoy, en gran medida gracias a Star Trek, y los 70 del coleccionismo, debido a Star Wars, el auge y popularización de todo ello lo encontramos en los 90 gracias a Marvel y Toy Biz.
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El primer anuncio no llegó a España, lo mismo que esa figura de Lobezno que anunciaba, en cambio el segundo sí, que me acuerdo yo. La calidad de esas figuras no era muy buena. Tuve dos figuras de Lobezno, una sin la máscara y la otra con ella, a ambas mi madre y mi abuelo tuvieron que pegarles los brazos con pegamento porque se me cayeron al suelo y se les rompieron las manos. Aún las tengo, aunque con el paso de los años el pegamento parece que se ha debilitado y tengo que pegarlas otra vez.
Una lástima. Las mías no sufrieron eso, todas las que tengo de Toy Biz sean compradas entonces o después están bien. Pero se hacían miles y miles, por estadística alguna tiene que salir mal.