Neokora/Tulipaks: Thorgal en estado puro

Thorgal es uno de los personajes más interesantes del cómic franco-belga y es así gracias a la buena mezcla de aventura, fantasía y ciencia ficción que hay en sus historias. No es solo un vikingo que viaja de puerto en puerto y se enfrenta con criaturas imposibles, también es el último hijo de su planeta atrapado en medio de poderes y situaciones que él no ha elegido. Esta mezcolanza de ideas que salió del trabajo en equipo de Jean Van Hamme y Grzegorz Rosinski es una de las claves del éxito de la larga saga, nunca se sabe por qué camino puede seguir o por dónde irá la trama.

Cierto es que ambos autores no son los encargados en la actualidad de este título pero su legado sigue ahí y de él han tomado muy buena nota Yann y Fred Vignaux en la historia doble Neokora/Tulipaks. Aquí se recoge el testigo de toda la mitología sobre los orígenes del protagonista, entroncando directamente con la primera aventura de todas, La maga traicionada, pero se amplia lo narrado hasta el momento y se incluye en la trama a su hijo Jolan para unir así el pasado y el presente en un círculo completo.

Dos buenos autores para un gran personaje

No hay que engañarse, si un personaje funciona es gracias a los autores que están detrás de él. Sí, claro que el tener fama y popularidad es una ayuda, pero da igual si hablamos de Spiderman, Donald o Thorgal, al final lo que cuenta es qué se hace con ellos, el respeto, el cariño y la imaginación. Algo en lo que ambos creadores cumplen más que de sobra, aunque es cierto que el que espere encontrarse una aventura por el simple hecho de la aventura quizá se sienta defraudado. Esta doble historia es otra cosa, es una vivisección de quién es el protagonista y de dónde viene, además de una introspección personal en la que él debe decidir sobre su pasado y sobre su futuro.

Fred Vignaux es un viejo conocido del vikingo, ha estado presente en varios de sus últimos tomos incluyendo el spin off conocido como Los mundos de Thorgal y una gran elección artística para su parte visual, un componente totalmente imprescindible en esta saga (y en todas las que sean viñetas, todo hay que decirlo). A su lado está Yann, un autor ciertamente ecléctico que ha puesto sus guiones al servicio de Lucky Luke, el Marsupilami y los mismísimos Spirou y Fantasio entre otros como el delicioso título Basil y Victoria, con un talento que sirve igual de bien para la comedia como el realismo algo que ha demostrado con crecer en esta colección desde hace años.

Volviendo las vista atrás solo para mirar adelante

Lo que ambos creadores plantean en Neokora/Tulipaks es una nueva mirada sobre el mito atlante y quién es Thorgal, sobre quiénes fueron sus padres, los compañeros de los mismos y sobre las intenciones de llegar hasta este planeta. Un tema que siempre ha estado de fondo pero sobre el que quedaba mucho por explicar, ahora la trama se cierra (o más bien, por el momento) tras haber profundizado en todo ello y dar respuesta a muchas incógnitas que llevaban años esperando a ser contestadas. O, en sus propias palabras en los agradecimientos del segundo volumen, se toman “la libertad de dar una modesta continuación” a lo ideado por los padres del personaje, “al episodio atlante, fundador – y por tanto mítico- del universo thorgaliano”.

Pecan de humildad. El resultado está a la misma altura de calidad que en su día tuvieron los autores originales, tanto en el resultado como en la imaginación que debe acompañar siempre a este personaje. Neokora/Tulipaks es una historia de fin y de principio, es un cierre que tan solo abre nuevos caminos, es una despedida que se convierte en presentación. Es, dicho de forma sencilla, Thorgal en estado puro.

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