Max y Duque. Dos perros destinados a entenderse, al menos si quieren sobrevivir en las calles de Nueva York

En un primer momento uno puede tener la impresión de que Mascotas va a girar en torno a las actividades de nuestros pequeños compañeros cuando no estamos en casa. Algo que viene dado por el título original de la película (The secret life of pets) y parte de las imágenes de los trailers que muestran precisamente eso; no es así, la historia irá por otro lado al bien poco de comenzar.

Sin entrar mucho en detalles, a fin de no spoilear, el espectador se encontrará con Max, protagonista total de la cinta que vive un auténtico idilio con su dueña (o compañera de piso, según se mire) salvo cuando esta se marcha cada día sin que él sepa dónde va. Claro está que esto cambiará, la trama debe girar en algún momento, y la aparición de un nuevo perro llamado Duque hará que se desencadene toda la acción.

Ambos animales empezarán con mal pie, lo que conllevará que ambos terminen recorriendo las calles de Nueva York para poder seguir libres y (con suerte) poder volver a su casa para la hora de la cena. Mientras tanto la ciudad tendrá varias sorpresas preparadas y no todas serán buenas, por suerte los amigos de Max se convertirán en un equipo de rescate para intentar dar con él.

Una propuesta que no es nada novedosa que comienza con dos personalidades muy distintas enfrentadas, Max y Duque, y sabiendo todos los adultos que finalmente todo terminará bien con ellos formando equipo. No es el único tópico y lugar común que aparecerá en el filme pero no s que importe, la acción se dirige a un público muy específico y a pesar de lo sencillo (en ocasiones predecible) del guión es imposible no soltar carcajadas en diferentes momentos, además de disfrutar de lo que es una comedia sincera y desenfadada.

Parte de esas risotadas serán cortesía del equipo de rescate. Un pequeño colectivo de mascotas, no solo perros, llenos de humor y un buen número de excentricidades que se convertirán en lo más divertido del metraje. Con la excepción del “villano” de turno que se come la pantalla y es un precioso conejito blanco que libra una guerra contra los humanos; un personaje totalmente excesivo, desequilibrado y que personalmente me parece lo mejor de todo el filme.

Mascotas no pretende nada más que entretener a todos, a los pequeños y los mayores. Lo consigue con creces. Los niños podrán ver una película de aventuras con momentos de comedia pensada para ellos, mientras que los adultos tendrán su dosis de guiños y referencias, sin dejar de lado el hecho de que si habéis tenido (o tenéis) a estos adorables compañeros de piso os sentiréis identificados en ciertos momentos.

Disfrutad del espectáculo y cuando lleguéis a casa dad mimos a vuestras mascotas.

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