A los lectores de cómic siempre nos ha encantado que los héroes que conocemos desde la infancia cambien y evolucionen. Aunque debe reconocerse que no siempre lo aceptamos de buen grado, en parte por lo desacertado de esto en algunas ocasiones y otras tantas por ser más papistas que el Papa. Pero esto tiene una rápida y efectiva solución: los universos alternativos o el Multiverso.
Rápidamente todo aficionado pensará en la legendaria historia Flash de dos mundos, ese histórico cruce entre Barry Allen y Jay Garrick en el que los héroes de la edad de oro y de plata unían sus fuerzas por primera vez. Por usada que esté la expresión “nada volverá a ser igual”.
No sería cierto decir que era la primera vez que el concepto de Multiverso aparecía ya que las llamadas historias imaginarias habían sido casi una constante en los cómics de DC desde sus orígenes. Esto permitía que viéramos a los hijos de Batman, el matrimonio de Superman y otras descabelladas aunque divertidas historias que se alejaban en mucho de la cronología regular (que en su momento era un auténtico caos).
Llegó posteriormente la idea de Tierras Infinitas y la tan conocida serie que intentó poner un poco de orden. Algo logrado durante un tiempo y aunque se ha repetido el experimento (se ha reseteado todo varias veces) en un intento de dejar solamente una única línea nunca se ha logrado.
A los lectores nos gustan demasiado las historias alternativas, aunque esas en ocasiones sean las que antes eran de las series regulares. Alternativas que no imaginarias, algo que se aclaró en 1998 en Kingdom bajo el concepto de Hipertiempo que en versión resumida viene a decir que todas las aventuras son (han sido o serán) ciertas pero no siempre ocupan los argumentos centrales de los cómics.
Actualmente el Multiverso está formado por un total de 52 Tierras (que sepamos, me remito al concepto de Hipertiempo) en las que encontramos a un Superman afroamericano, al temido Sindicato del Crimen o el inolvidable Capitán Zanahoria (un conejo antropomorfo con poderes) que personalmente considero uno de los mayores acierto del primer número de la serie El Multiverso.
Esta iniciática entrega que llega a España de la mano de ECC Ediciones no es más que la puerta de entrada a una serie épica tras la cual entrarán varios cambios en acción, si estos serán o no perdurables es otro tema. Lo que sí tenemos es una aventura que engancha desde un comienzo, en parte por lo acertado del guión de Grant Morrison que lleva aquí a su máximo esplendor algunas de las semillas que ha ido plantando con los años, y también por la cantidad de guiños y referencias que deja para el lector pueda paladearlas.
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The parallel Earths you see in issue #52 are not the familiar pre-Crisis versions
Grant Morrison