El trágico suicidio de Ed Piskor

Siempre que un artistas fallece es una tragedia pero todavía lo es más cuando esto sucede por su propia mano. Ed Piskor, dibujante y creador de cómics, nos ha dejado y ha sido por su propia decisión. No se puede culpar a nadie más, cuando uno toma este camino es su elección al igual que lo es no hacerlo y buscar ayuda. Por supuesto que nadie que lo esté pasando bien lleva a cabo tal acción, nada de eso, en este caso ha sido debido a las acusaciones de grooming vertidas en su contra y, dado que el mundo en el que vivimos es el que es, a una campaña de acoso y derribo en un momento en el que todo parece ser en blanco y negro.

Según se sabe la ilustradora Molly Wright y él intercambiaron mensajes en 2020, cuando ella tenía 17 años, y ella indicó que el autor sentía predilección por las jovencitas y que usaba su fama para atraerlas. Por su parte Piskor en una larga carta, que puede leerse aquí, se ha defendido en parte de las acusaciones mientras asume su parte de la culpa, o se defendió dado que tras esto llegó el final. Unas letras duras de leer en las que habla de que ha sido “asesinado por los abusones de internet” y el cómo en redes hoy se despedaza a la gente sin piedad, sin esperar a saber si algo es cierto o no y sin pararse a pensar que detrás del perfil y el nombre hay “un ser humano de verdad”.

El suicidio es una tragedia muy real

Este trágico hecho debería, ojalá lo haga, servir para dos cosas. La primera es que muchas personas evalúen quiénes son y cómo actúan, las acusaciones deben ser siempre demostradas y no es más creíble una persona que otra solo por ser una persona u otra. Hace tiempo que se dice eso de “Todos somos culpables hasta que se demuestre lo contrario” y por desgracia cada vez es más cierto. Las redes, y es algo que parece ir a más cada día, son un estercolero en el que muchos vuelcan lo peor de ellos mismos, hieren y atacan mientras “se entretienen con cotilleos” y como dijeron en Men In Black, “El individuo es listo, la masa es un animal miedoso, idiota y peligroso”. Cierto en su momento y cierto hoy.

La otra cosa para lo que debería servir es para dejar claro que el suicidio no entiende de edades o de géneros, no entiende de países y de culturas, solo existe y puede afectar a cualquier persona en cualquier momento de su vida. Es la decisión que se toma cuando no se ve ninguna salida, cuando se piensa que no hay nada más por lo que luchar, que la vida es demasiado terrible para vivirla. Quizá esto ayude a visualizar la gran problemática que es, con miles y miles de muertes anuales (solo en nuestro país), una ocultación casi sistemática de ello y un tabú que debe caerse de una vez.

Y no lo dudes, ni un momento, si lo necesitas busca ayuda. Esa es la mejor decisión. Quitarse del medio, aunque quizá no lo veas, solo deja dolor y tristeza.

“Este es mi final. Siento el daño que esto causará en mi familia y mis amigos íntimos.

Ojalá esto haga que la gente se lo piense dos veces antes de tirarse de cabeza a la locura de internet.

Aquí lo tienes. Un fanático del control hasta el final. Paz.”

Ed Piskor, últimas palabras de su carta de despedida.

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