Portada del integral de El planeta de los simios
El planeta de los simios fue, durante años, la gran saga de ciencia ficción del mundo del cine. La primera película, que se basa en la novela de Pierre Boulle, fue un todo un éxito en su estreno lo que facilitó la llegada de varias secuelas pero también de series televisivas, figuras e incluso cómics editados por la propia Marvel y que gozaron de cierto éxito y fama. De forma más que lógica antes o después debían lanzarse la adaptación a viñetas de esa primera película y de tal forma fue dentro de la serie Aventuras en el planeta de los simios. Se hizo de entrega inicial y acto seguido de la segunda como si de una misma producción se tratara, algo que es bastante cierto dado que ambas pueden verse de corrido puesto que conforman una única historia. La cosa cambia a partir de la tercera, pero ese es un tema que sobrepasa las intenciones de estas letras.
Con guion de Doug Moench
El guion de ambas partes fue realizado por Doug Moench, un escritor bastante reconocido por ser el creador del Caballero Luna en Marvel Comics y de Harvey Bullock en DC Comics, entre otros personajes, además de su aclamada etapa en a los mandos de los periplos de Sang-Chi. Él fue además el guionista habitual en el universo expandido que se estaba haciendo en el cómic y se contó con él para estas dos adaptaciones, que si bien son funcionales no aportan en realidad nada nuevo (apenas) a lo mostrado en la gran pantalla.
Por lo general cualquier novelización de un filme o adaptación a cómic lo hace en base al guion pero no al montaje final. Claro, si debe salir al mercado a la vez que se estrena en cines entonces debe estar todo hecho para ese momento y los cambios finales no pueden tenerse en cuenta, por eso en la adaptación de Batman de 1989 el detective de Gotham dice “Yo soy la noche” en vez de la improvisación de Michael Keaton de “Yo soy Batman” o en la de Superman IV: En busca de la paz hace aparición un primer Hombre Nuclear que no está en el metraje estrenado.
Esto no es así en el caso que nos ocupa, no es así dado que El planeta de los simios y Regreso al planeta de los simios se habían estrenado años antes de hacer estas adaptaciones, así que el material en el que se basaban no era el guion si no el montaje final que llegó a las salas. En ciertos puntos hay algunas pequeñas desviaciones, más artísticas que dramáticas, pero no más allá. Funciona bien como lo que es, una adaptación más o menos literal de las películas, pero al menos siempre se podrá recurrir a El planeta de los simios: Visionarios para encontrar una versión algo diferente, en ese tomo en concreto de la visión que tuvo Rod Serling en su origen.
El arte de Tuska y Alcalá
A los lápices de este proyecto están, para la primera parte, George Tuska y, para la segunda, Alfredo Alcalá. George Tuska es un dibujante muy capaz pero no sensacional, puede dar vida a estos simios como al Capitán América, a Iron Man o a Hulk, podría decirse que era capaz de hacer de todo pero que este todo fuera memorable es otro tema. Cumple y eso no es algo discutible, sus páginas se leen bien, el ritmo funciona y debe reconocérsele un buen manejo de las expresiones faciales. Esto es algo que queda demostrado en su versión de Zira, igual de viva y vibrante que la del film clásico, y en la escena en que Taylor es juzgado por Zaius y dos de sus colegas donde gritan, braman y discuten acaloradamente.
Para la adaptación de Regreso al planeta de los simios el encargado es Alfredo Alcalá, artista con un estilo visual que encaja mejor en las intenciones de esta obra que el de Tuska. El trabajo del filipino tiene un cierto toque de oscuridad y tristeza que le sienta muy bien a la historia, no puede decirse que sean de sus mejores páginas pero, al igual que su compañero, cumple y tiene algún momento espectacular como la llegada de Brent y Nova a la ciudad de los mutantes. Para los que sean seguidores de los Masters del Universo este será un nombre bastante familiar, es uno de los responsables de los minicomics que venían con las figuras, es más, fue el dibujante en firmar el primero de todos: He-Man y la espada del poder.
Un tomo para simioaficionados
Este tomo de Aventuras en el planeta de los simios es lo qué es, un puro producto alimenticio realizado por Marvel Comics para seguir explotando la que era en aquel entonces una de sus gallinas de los huevos de oro. No es otra cosa, tampoco lo disimula o se avergüenza de ello. Sabe qué público tenía, el que ya estaba enganchado a las historias de los simios, y el lanzamiento sabe exactamente lo mismo.
Muy posiblemente todos los que se hagan con este volumen será por conocer el material de forma previa, al menos en su versión cinematográfica, y lo que se encuentra es lo que se promete, una adaptación fiel de ambas primeras entregas. Nada más y nada menos. Un viaje que se puede disfrutar, y de forma más que probable se hará, pero que una vez realizado quizá se olvide o se guarde en la estantería junto a otros tantos títulos de consumo rápido.
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