Charles M. Schulz, el padre de los Peanuts
por Jose Luis Mora

Como le ha ocurrido a otros grandes autores de la historieta, es imposible no pensar en Charles M. Schulz para asociarlo directamente a su más famosa creación. Pues no sólo es que creara a unos de los más célebres personajes surgidos de las tiras de prensa, sino que dedicó prácticamente toda su vida a escribir y dibujar diariamente las vivencias de Charlie Brown, Snoopy y demás protagonistas que pueblan las viñetas de su Peanuts.

En efecto, Peanuts fue su creación más personal. Pero antes de que llegara esta tira, su vida tuvo varias etapas que fueron marcando su forma de ser y su manera de entender el mundo donde vivimos que luego, de un modo u otro, imprimió en su obra.

Nacido el 26 de noviembre de 1922 en la ciudad de Mineápolis, Schultz fue un joven superdotado, de carácter más bien tímido, que estudió en el instituto dos cursos más avanzados de lo que estipulaba su edad. De carácter retraído, siempre estuvo muy unido a su madre, quien falleció víctima del cáncer en febrero de 1943.

1943 fue también el año en que Charles M. Schulz fue reclutado por el ejército de los Estados Unidos, siendo destinado al Frente Europeo de la Segunda Guerra Mundial. Llegó cuando la guerra estaba terminando y sólo tuvo una única oportunidad de disparar su arma, si bien, Schultz se olvidó de cargarla y el soldado alemán a quien apuntaba se rindió en lugar de haber disparado voluntariamente contra él, como aseguró el creador de Snoopy en alguna entrevista. Sí, Charles M. Schulz mostró cierto orgullo por su labor durante la guerra, pero lo visto en Europa le hizo tener una visión todavía más cínica sobre la condición humana.

Al finalizar la guerra en 1945, Schulz regresó a Mineápolis y, dado que desde siempre le interesó el mundo del cómic y la ilustración, empezó a colaborar en la revista de cómics Timeless Topix para después dar clases de arte en el Art Instruction, Inc.

Su primer contacto con el mundo de la historieta profesional llegó con la edición entre 1947 y 1950 de la tira Li’l Folks en el St. Paul Pioneer Press. Estas tiras supusieron una especie de génesis donde se empezó a gestar lo que sería Peanuts, al aparecer ya un Charlie Brown, un perro parecido a Snoopy y situaciones propias de la tira que le haría famoso.

Charles Schulz trató vender su creación al mercado de la sindicación y, mientras, continuó su trabajo en el Art Instruction, Inc para poder subsistir en tanto encontraba un hueco en el mercado profesional de las tiras de prensa.

Reconvirtió la tira única de Li´l Folks a cuatro paneles, le hizo cambios incluso en el nombre y le vendió la tira Peanuts -nombre ya inmortal en la Historia del Noveno Arte- a United Feature Syndicate.

Peanuts apareció por primera vez como página dominical el 6 de enero de 1952. Poco a poco esta tira fue alcanzando una gran popularidad y le permitió a Shulz vivir únicamente de su trabajo. Las experiencias que vivían Charlie Brown y su círculo de amigos en Peanuts se convirtieron en parte importante de su vida, tanto que a nivel profesional el autor se centró únicamente en estos personajes, salvo algún otro trabajo como la tira Young Pillars que se publicó desde 1956 hasta 1965 en una publicación asociada a la Iglesia de Dios.

La tira Peanuts creció tanto y le dio tanta fama a Charles M. Shulz, que este escritor y dibujante podría haber vivido de las rentas de los royalties que generaban el merchandising y las adaptaciones a televisión o cine de las tiras. Sin embargo, Shulz siguió pegado a su tira para ofrecer a sus lectores, a través de la perspectiva de sus personajes, la visión que tenía el dibujante de nuestro mundo con unas historias llenas de humor, pero también a veces de llenas de amargura que podían ser disfrutadas, a distintos niveles, por lectores de todas las edades.

Así, su rutina diaria matutina se basó en -tal y como declaró en más de una entrevista- primero comerse un donut, repasar el correo junto a su secretaria, para ya ponerse a escribir y dibujar la tira diaria en su estudio. Nunca usó asistentes que le ayudaran a completar sus ilustraciones y tan sólo tomó vacaciones durante cinco semanas en 1997 para celebrar su 75 cumpleaños.

En 1999, tras sufrir un infarto, se le detectó un cáncer colorrectal y sólo esta enfermedad disminuyó su ritmo de trabajo, creando a partir de ese momento únicamente tiras dominicales de Peanuts. El 14 de diciembre de ese mismo año anunció su retirada como autor de cómics y falleció el 14 de febrero del año 2000, habiéndose publicado la última tira que publicó el 13 de febrero, un día antes de su fallecimiento.

Charles M. Schulz nos dejó, pero -y perdonad la frase hecha- es de ese tipo de autores que se han convertido en inmortal gracias a sus obras. Porque Peanuts es un clásico que perdurará durante generaciones gracias a estar protagonizado por unos personajes tan humanos y adultos que todos sentimos como propias las historias tan realmente bien escritas, divertidas (o emotivas) que vivieron en sus tiras.

Allá donde estés, ya sea en el Valhalla o en el Olimpo, compartiendo charla con otros grandes como Vázquez, Escobar o Kirby, muchas gracias por todo, Charles M. Schulz.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *