Hay un refrán que dice que “el que tuvo, retuvo” y es una frase que ciertamente puede aplicarse a Frank Miller. Un hombre que por derecho propio se ha convertido en una leyenda en el mundo del cómic, siendo Sin City uno de sus trabajos más reconocidos y siempre con Batman a su lado siendo su versión del Caballero Oscuro una de las más interesantes que se han visto nunca.
Ahora con motivo del trigésimo aniversario de The Dark Knight Returns es el momento perfecto para que Frank Miller retome su historia, pasando así a convertirse la obra en una trilogía que cierra su ciclo con este Caballero Oscuro III: La raza superior. Una nueva oportunidad de encontrarnos con el oscuro futuro en el que los héroes eran proscritos, vivíamos alienados por la televisión y el mundo era un lugar mucho más oscuro de lo que solía encontrarse en los cómics de DC.
En este primer número apenas se adentra en la trama, siendo solo la antesala de lo que está por venir. Se sientan las bases que beben directamente de su predecesora (situada en cronología tres años antes), con un Batman desaparecido desde hace tiempo pero cuya silueta comienza a verse de nuevo por las calles de Gotham. Los rumores se disparan, el miedo y la esperanza resurgen a partes iguales, los tertulianos televisivos tienen sus teorías (algo que ya se había explotado anteriormente), y los héroes y sus herederos no saben cómo enfrentarse a lo que quizá vaya a suceder.
Así poco a poco Frank Miller junto al guionista Brian Azzarello (es un trabajo en equipo) comienzan a dar fondo a la historia que se irá narrando en los siguientes números. Apenas más que una presentación para que el lector veterano recuerde ciertos puntos de interés, además de situar al que no esté al día para que así pueda meterse de lleno en la narración de las próximas entregas.
Junto a ellos está el ilustrador Andy Kubert, un dibujante de más que sobrado talento que en parte se encuentra algo encadenado al estilo de Miller para mantener una coherencia, pero que igualmente llena la página de personajes llenos de vida aunque en ocasiones se muestre parco en detalles. La química existente entre estos tres grandes profesionales está fuera de toda duda. Completan el equipo el entintador Klaus Janson y el colorista Brad Anderson que personalmente considero que da a la obra un tono más llamativo de lo que debería, algo más desaturado hubiera encajado de forma más orgánica.
Hay que destacar el mini cómic incluido en la parte central que presenta una aventura del Átomo que está totalmente dibujada por Frank Miller, portada (polémica) incluida. Esta historia se entronca con la mitología de Superman o más bien con la de su hija, Lara, que promete ser uno de los personajes más interesantes de Caballero Oscuro III: La raza superior. Un pequeño inciso dentro de la narración principal pero que presenta líneas que sin duda cobrarán más importancia a medida que avance todo.
Poco más se puede adelantar con solo este primer número en la mano pero que deja ver perfectamente algunos de los caminos que se seguirán, dejando un buen sabor de boca y ganas de más. DC Comics ha acertado al combinar los talentos de grandes (y respetados) profesionales del medio, lo que sin duda se convertirá a la larga en el mayor de los alicientes de esta lectura haciendo que quede por el camino la sensación de ser poco más que una secuela de total fan service.
Un comienzo prometedor con detalles fugaces a una trama que todavía debe desenvolverse y que tiene el duro trabajo quitarse el listón que puso la obra original.