Mítica imagen de El exorcista

Mítica imagen de El exorcista

El exorcista, Pactar con el diablo... La lista es larga.

Hace poco, y se ha contado en este medio, Immaculate ha presentado su primer trailer que deja entrever el tipo de terror que reina en el filme de Michael Mohan, con una fuerte carga vinculada a la religión cristiana en sus formas y sentidos. No es esta la primera vez que sucede, antes de este título otros tantos han usado la parafernalia de la cristiandad para contar sus propias historias, bien sobre personas que se enfrentan a lo oculto o bien sobre lo oculto en sí mismo.

Tras lo visto en el avance resulta complicado no pensar tanto en La profecía de Richard Donner y David Seltzer como en La semilla del diablo de Roman Polanski, dos historias que en común tienen la simiente de Satán aunque sea de foras muy diferentes. La profecía se estrenó en 1976 presentando a Damien, el hijo de Lucifer destinado a ser el Anticristo que causa el mal a su paso y cuya figura se exploró y extendió a lo largo de cuatro entregas durante casi veinte años, e incluso contó por el camino con una nueva versión en 2006 que a pesar de sus méritos quedó bastante relegada al olvido por lo icónico de la original.

No pactes con Satán

Algo similar sucede con La semilla del diablo, una película conocida y aplaudida que se basa en la novela de Ira Levin de mismo nombre (en su inglés original es Rosemary´s Baby) y que si bien ha sido revisitada la estrenada en 1968 es la más popular. Aquí se narra la historia de una joven madre que, sin saberlo, está gestando en su interior al mismísimo hijo de Satán, con todo lo que eso conlleva, por un pacto que no ha sido cosa suya y que tendrá terribles consecuencias para la cristiandad.

Bien distinto sería en el caso de Pactar con el diablo, filme protagonizado por Keanu Reeves y Al Pacino que se basa en una novela de Andrew Neiderman en el que Reeves da vida a un abogado de éxito que empieza a trabajar para el poderoso y enigmático John Milton (Pacino). Sus sueños parecen cumplirse hasta que todo se torna en pesadilla, es lo que tiene pactar con el diablo. Tampoco es fácil enfrentarse a él, algo que pueden dejar muy claro los sacerdotes Merrin y Karras cuando en 1973 lo dieron todo en un terrible exorcismo en El exorcista, dirigida con maestría por William Friedkin y de nuevo siendo el principio de una saga más extensa que nace desde una novela.

Ángeles muy humanos

Pero la cristiandad y su mitología ha dado mucho más de sí y el audiovisual no ha dudado en meterse de lleno en intentar saber qué sucede entre los ángeles y sus huestes, como en 1995 en la primera parte de la franquicia Ángeles y demonios que protagonizó Christopher Walken como el arcángel Gabriel. También conocida como Prophecy, por su nombre en inglés, está dirigida y escrita por Gregory Widen que firmó el guion de Los inmortales y lo cierto es que no cuesta mucho imaginar un posible cruce entre ambas franquicias.

La lista sería muy extensa y no solo en el género de terror, o noir en el caso de la última citada, hay otros ejemplos como la alemana El cielo sobre Berlín de Wim Wenders que narra la historia de un ángel que cae enamorado de una mortal y por ello decide dejar atrás sus dones y volverse humano (¡Con la participación de Peter Falk!). Años más tarde sería revisada por Hollywood en City of Angels, una versión muy digna que de hecho resulta más bonita y tierna que la original, aunque artísticamente esté por debajo de la misma.

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