Antes de que alguien se ponga a despotricar, este artículo no va (ni de lejos) sobre la independencia de Cataluña. El motivo de elegir usarlo viene dado por su cercanía tanto en el tiempo como en la geografía, dos de las bases para que algo sea considerado noticia.

Ese polémico tema tratarlo en multitud de sitios, aquí solo se trata como una forma de ejemplificar un tema que se refiere al periodismo: cómo puede variar mucho una información según se titule y enfoque.

En este bello oficio las palabras cuentan, seguramente más que en muchos y por eso debemos tener mucho cuidado en qué hacemos con ellas. Otro tanto también queda en mano del lector ya que ha de tener la suficiente sangre fría para no dejarse influir y quedarse con lo puramente informativo, aunque lo tendencioso siempre está ahí acechando.

Aviso que todos los titulares que podréis leer a continuación son inventados y no hago mención directa a ningún medio, pero igualmente de haberlo hecho hubiera servido perfectamente a los fines de este ejercicio. Igualmente lo habitual es que nunca sean titulares tan largos, menos todavía en medios de papel por tema de espacio, pero así sirven mejor a los fines de este artículo.

Según el INS Cataluña tenía en 2014 una población de 7 518 903, un dato que vamos a enfrentar a las 1 400 000 personas (dato de la Guardia Urbana que en 2013 indicaba 400 000 ciudadanos más) que han participado el pasado día 11 de septiembre a favor de la independencia de esta región.

Además de estos básicos datos que son del dominio público (y bien contrastables) he optado por la utilización de ser español vs ser catalán, como si lo uno fuera lo opuesto a la otro o si realmente existiera una guerra entre hermanos como algún medio quiere hacernos creer. Esto es algo que en muchas ocasiones puede leerse ya que parece darse por hecho que todo el que está a favor es catalán y el que no no lo es, cuando encuentras a catalanes que no quieren la independencia y a no catalanes que sí la quieren.

Podría haber tomado otros muchos aspectos para este ejercicio, ya que el tratamiento tanto mediático como político de este tema sería digno de estudio. Las medias verdades, intenciones manipuladas, frases sacadas de contexto, movimientos ideológicos y un largo etcétera de las dos posiciones básicas (en contra y a favor) han sido increíbles a la par que llamativos.

Ejemplos de posibles titulares que en todo momento se sirven solamente de estos datos:

Baja en casi medio millón la participación independentista

En este caso solo ha hecho falta comparar las dos cifras que proporcionó la Guardia Urbana, quedando así en todo momento el uso de la misma fuente para dar ese titular.

Más de un millón de catalanes piden la independencia

Igual de cierto que el anterior ya que se ha fijado una participación de 1, 4 millones de nuevo atendiendo a lo que dice la Guardia Urbana.

En Cataluña viven seis millones de personas que no quieren la independencia

Según el INS en 2014 viven en Cataluña más de siete millones de personas, lo que visto en cierta forma dice que si los que han participado son los que piden la independencia entonces lo que no lo han hecho no la quieren. Seis millones (y pico) enfrentados a un millón (y pico).

Cientos de miles de participantes dicen sí a una Cataluña libre e independiente

Aquí el dato es mas difuso pero tiene mucha fuerza al usar el inconcreto término de “cientos de miles” que suena mayor que decir “casi un millón y medio”. Además he completado el círculo con “libre”.

Veamos algunas posibilidades con el uso de “libertad”:

Un millón y medio de catalanes quieren ser libres

De nuevo la fuerza del término “libertad”. Este titular deja claro que ahora no existe libertad, no se concreta en qué términos o a qué se refiere exactamente.

El gobierno español contra la libertad en Cataluña

Ahora además uso en el titular al gobierno, algo que da más peso a cualquier información aunque no por ello hace que sea más cierta o menos manipulada.

La independencia es el camino a la libertad para más de un millón de personas

Lo dicho, usar el término “libertad” da una fuerza realmente enorme. ¿O acaso alguien se atrevería a decir de forma pública “estoy en contra de la libertad”?

La mayoría de catalanes se sienten libres en su país

Aquí se recoge un reflexión muy libre al tratar el dato de la población que hay menos el número de participantes.

Ahora como traca final unos ejemplos más extremistas:

Más de un millón lo dice bien alto: ¡Queremos ser libres! ¡LIBRES!

Menos de dos millones de personas quieren imponerse en toda Cataluña

Cada vez menos personas quieren la independencia

Somos españoles, dicen seis millones de personas

Estos últimos creo que no requieren explicación alguna. Los extremos suelen entenderse muy bien (motivo por el que se extienden) y al menos en periodismo tienen una intencionalidad muy clara. Aunque en teoría la función de esta profesión sea la de informar, creo que todos podemos decir más de un medio que normalmente tira de titulares en esta línea.

¿Sabéis? El hecho de titular este artículo también ha dado muchas vueltas, ya que además debía evitar posibles malentendidos o que un sector pensara que era un escrito sobre mi posicionamiento en la independencia catalana. Al final he optado por 6 millones vs 1´4: un ejercicio de tratamiento periodístico que recoge los datos principales y el hecho de que son solamente posibilidades a la hora de escribir.

En más de una ocasión todos hemos pecado de leer solo el titular y pre suponer el resto del artículo, lo que es igual de absurdo que pensar que has visto una película por su cartel o que sabes cómo es un libro al ver su portada. Informarse a base de titulares es muy cómodo pero también muy engañoso, nunca llegas a asimilar realmente la información puesto que no has accedido a ella, teniendo además en cuenta el hecho de que un titular no es más que (debería) el resumen de la noticia o la puerta de entrada a la misma.

Ahora tened sangre fría cuando os informéis. Nunca lo hagáis solo de una fuente y evitad que sea de aquella que dice lo que queréis leer. Buscad siempre la verdad (o la neutralidad, al menos) que suele ser siempre el medio y no las florituras. En ocasiones los medios caen de forma inevitable en el sensacionalismo y muchas veces en el partidismo, además de responder a los intereses económicos y no tanto a los que pueda tener el lector.

Y pensad que todas estas posibles titulaciones se han con solo tres datos. Nada más. Pensad ahora las posibilidades en el día a día.

Asusta, ¿verdad?

El instrumento básico para la manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras. Si tú puedes controlar el significado de las palabras puedes controlar a la gente que utiliza esas palabras – Philip K. Dick

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